Gran parte del país está expuesta a riesgos de fenómenos como huracanes, sismos y derrumbe de laderas, debido a la falta de planeación de los asentamientos humanos, se planteó en el conversatorio sobre Protección civil y riesgos urbanos, en el contexto del cuarto Encuentro con la Tierra.

En relación con los sismos, Wendi Morales, del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que después del terremoto de 1985 se modificaron normas, como el reglamento de construcción, por lo que un temblor de magnitud 6 no afecta mucho a las estructuras de edificaciones, pero en otros países que no están preparados ante esos fenómenos naturales –como Ecuador o Haití– sí provocaría daños importantes.

En un diagnóstico a escala nacional, Sergio Rodríguez, experto en prevención de riesgos y peligros del Instituto de Geología, dijo que las viviendas están mal construidas o ubicadas en sitios donde no deberían asentarse, ya sea en barrancas o en orillas de cauces de ríos.

En entrevista, indicó que frente al crecimiento demográfico explosivo, la demanda de zonas habitacionales también conlleva problemas relativos al agua. El abastecimiento es un asunto de seguridad nacional, y por otro lado la descarga de aguas negras se va a los ríos. Se está en un círculo vicioso.

Explicó que a escala nacional hay sitios con mayor propensión a fenómenos naturales, como las costas del Pacífico, que además de recibir ciclones está sometida a sismos, desde Jalisco a Chiapas, y por el lado del Golfo de México hay riesgo de huracanes. Agregó que la compleja topografía del país, en la zona sur del territorio nacional, hace que las zonas serranas de Oaxaca, Veracruz y Guerrero sean altamente vulnerables en temporadas de lluvias, ya que precipitaciones intensas hacen que los suelos se saturen y haya derrumbes en laderas.

Tenemos que estar conscientes del lugar en que vivimos. Los fenómenos naturales no se podrán detener; mucho menos los sismos, pero sí podemos evitar sus consecuencias hasta cierto punto, subrayó.

En la alameda de Santa María la Ribera y el museo de Geología de la UNAM se realizó el encuentro, con pláticas sobre cambio climático, explicaciones sobre los dinoasaurios y el volcán Particutín, entre otras actividades.