La edificación del complejo inmobiliario en el número130 de la calle Real de Mayorazgo, en la colonia Xoco, que incluye la llamada Torre Mitikah, la cual estuvo suspendida durante más de año y medio, se reinició con manifestaciones de construcción vencidas, según los datos que la misma constructora exhibe en el lugar de la obra.

En las vallas que resguardan el área, donde en 2012 se realizó una excavación de más de 30 metros de profundidad y en la que desde el pasado miércoles se reiniciaron actividades, se colocaron dos lonas con la información referente a dos manifestaciones de construcción C (permisos), cuya vigencia ya concluyó.

Se trata de los documentos expedidos por la delegación Benito Juárez con los números de folio de ingreso RBJC-0216-11 y RBJC-0088-11, con vigencia del 14 de octubre de 2011 al 14 de octubre de 2014, y 25 de mayo de 2011 al 25 de junio de 2014, y en ambas ambas aparece como responsable de obra Luis Antonio Rosales Villar.

Ninguna de las dos manifestaciones corresponde a la llamada Torre Mitikah, edificio proyectado en 60 niveles y uno de los siete que se preveía construir en el citado predio como parte del proyecto Ciudad Progresiva, cuyo número de folio es RBJC-0218-11, expedida en 2011 y con vigencia también de tres años.

Ante esta situación, Oswaldo Mendoza, vecino del pueblo de Xoco, quien mantiene una lucha legal contra la construcción de dicho complejo inmobiliario por distintas violaciones a la norma, además de los daños que ha causado a las vivienda aledañas, pedirá a las autoridades delegacionales que realicen una verificación de la obra y proceda a la suspensión o clausura de los trabajos.

La ley marca que en todas las construcciones se debe poner en un lugar visible la correspondiente al permiso de construcción, y si bien los manifestaciones tipo C pueden prorrogarse hasta por tres años cuando se trata de obras con superficie de más de mil metros cuadrados, lo cierto es que en la zona donde se realizan los trabajos se exhiben las que ya no están vigentes y que fueron promovidas por los anteriores propietarios del proyecto, que hoy está en manos del fideicomiso de inversión en bienes y raíces Fibra Uno, el cual lo adquirió por 185 millones de dólares.

En septiembre de 2014, los anteriores desarrolladores del proyecto determinaron suspender los trabajos, poco tiempo después se dio a conocer la venta del proyecto, cuyos propietarios originales eran la constructora Ideurban y Prudential Real Estate Investor, mediante un fideicomiso administrado por el banco HSBC.