La confianza de los consumidores mexicanos respecto de su situación económica familiar y la del país se deterioró en abril por tercer mes consecutivo, mostró una medición oficial que refleja las expectativas de las personas para tomar decisiones de carácter económico.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en abril pasado en 88.9 puntos, sobre una escala que va de uno a 100, nivel que reflejó un retroceso de 2.6 por ciento respecto del mismo mes de 2015, de acuerdo con la medición, que es elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Banco de México.

Factores relacionados con la disminución en el precio del petróleo, la depreciación del peso, el recorte del gasto público y la inflación han sido determinantes para el comportamiento del índice que mide la confianza de los consumidores, comentó Mónica Pamela Díaz Loubet, analista de Ve por Más.

Los resultados del índice hacen evidentes desaceleraciones tanto en la compra de bienes durables como de consumo inmediato para los meses siguientes, expuso.

El deterioro por tres meses consecutivos del ICC ocurre en un momento en que la actividad del mercado interno se ha convertido en el motor del crecimiento de la economía mexicana ante una disminución de las exportaciones, como expresó el jueves pasado la junta de gobierno del Banco de México.

El ICC se compone con cinco indicadores que recogen las percepciones sobre: la situación económica actual del hogar de los entrevistados; la situación económica esperada del hogar; la situación económica presente del país; la situación económica futura del país; y qué tan propicio es el momento actual para la compra de bienes de consumo duradero, de acuerdo con el Inegi y el Banco de México.

La percepción sobre la condición económica actual del hogar tuvo un deterioro de 0.9 por ciento respecto de la medición de abril de 2015; la situación económica esperada para el hogar mostró una caída de 2.7 por ciento respecto de la opinión que sobre el mismo tema se tuvo hace un año.

En cuanto a la percepción sobre la situación económica actual del país, la medición reflejó un retroceso anual de 2 por ciento; mientras, la relación con la situación esperada del país dentro de 12 meses mostró un deterioro de 6.2 por ciento en comparación con el nivel observado en abril de 2015.

Donde hubo un avance fue en la posibilidad que ven hoy los consumidores, comparada con la de hace un año, de adquirir un bien duradero, con alza de 1.9 por ciento.

El retroceso de los precios agropecuarios y la tendencia de apreciación del peso durante abril no consiguieron mejorar la expectativa de los consumidores, opinó Joan Enric Domene, analista de Invex. La incertidumbre que rodea la economía nacional y la presión que ejerce la crisis petrolera sobre las finanzas públicas se mantienen como los principales lastres, añadió. Sin embargo, consideró posible una lenta recuperación de la confianza en la medida que el escenario externo mejore y los precios agropecuarios se estabilicen.

Alejandro Cervantes, analista de la Casa de Bolsa Banorte Ixe, consideró que las lecturas del ICC en el segundo trimestre del año mostrarán una mayor recuperación de la confianza de los consumidores. En particular, opinó, es probable que se observe una mejoría en la percepción de los consumidores en relación con la situación presente de los hogares debido al mayor dinamismo que ha mostrado el mercado laboral y al mejor desempeño del consumo privado en los últimos meses derivado del fuerte crecimiento en el crédito al consumo y por el avance en las remesas.