Con la sombra de las fracturas y la debacle electoral a cuestas, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) llegó ayer a su 27 aniversario.

De los grandes liderazgos que antaño participaban en las celebraciones perredistas, como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, que renunciaron a su militancia, quedó sólo el recuerdo plasmado en imágenes montadas en torno al escenario.

Aunque se observaba un auditorio lleno en la celebración realizada en el World Trade Center –en su mayoría de la corriente Vanguardia Progresista–, únicamente acudieron dos gobernadores: el de Oaxaca, Gabino Cué, y el de Tabasco, Arturo Núñez.

No estuvo el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera –para no incurrir en violación a la ley electoral, explicó el dirigente del PRD capitalino, Raúl Flores, ni los mandatarios de Morelos, Graco Ramírez, y de Michoacán, Silvano Aureoles.

Tampoco llegaron todos los dirigentes de corrientes. Los ausentes fueron el de Alternativa Democrática Nacional, Héctor Bautista, y de Izquierda Democrática Nacional, René Bejarano.

Acudieron en cambio coordinadores parlamentarios, senadores, diputados, presidentes municipales, los ex dirigentes del partido Carlos Navarrete, Leonel Godoy, Pablo Gómez y Guadalupe Acosta Naranjo –estos tres últimos interinos–, y el candidato al gobierno de Oaxaca, José Antonio Estefan.

A diferencia de otros años, en esta ocasión sólo hubo dos discursos: el del presidente del partido, Agustín Basave, y de la secretaria general, Beatriz Mojica, quienes se mostraron seguros de que el próximo 5 de junio el PRD volverá a posicionarse, tras la catástrofe que sufrieron en las elecciones pasadas.

Hoy, un mes antes de los comicios, somos competitivos en más de la mitad de los estados donde estarán en juego gubernaturas. No es poca cosa. Cierto, hay quizá un par de entidades donde tendremos que pelear nuestros registros locales, pero en otras tantas podemos dar la batalla con votaciones más altas de lo esperado, dijo Basave, sin hacer referencia a que los triunfos podrían obtenerlos particularmente por sus alianzas con el PAN.

Sin embargo, su optimismo no fue del todo compartido. Paradójicamente, un militante comentó que el órgano oficial del partido en la Ciudad de México, La fuerza del sol, desde hace un año ha registrado una caída en su circulación. De mil 500 que se repartían a la semana, ahora son 10, y de 27 distribuidores, sólo quedan tres.

En su discurso, Basave pidió expulsar la corrupción del partido, acercarse a la sociedad y abanderar las causas ciudadanas.

Aseguró que al PRD lo mantiene vivo su militancia, a pesar de sus penurias financieras, aunque los errores de nosotros, los dirigentes, han amenazado con hundirnos, así como discordancias y antagonismos han provocado pérdidas de líderes conspicuos.