Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda de México, rechazó que el déficit de las finanzas públicas y la deuda pública se encuentren en niveles que resulten preocupantes y dieran pie a recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para disminuirlos.

Sostuvo que, por el contrario, el FMI siempre ha dado un voto de confianza a la política fiscal del país y los comentarios respecto de que la reducción del déficit es un respaldo a lo que hemos anunciado y nos hemos comprometido, dijo en entrevista al concluir su participación en la 50 asamblea del Consejo Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).

Recordó que desde el año pasado el gobierno federal se comprometió a reducir el déficit de las finanzas públicas, lo cual quedó reiterado para este año y como se observa en los precriterios de presupuesto para 2017. Estamos reduciendo el déficit respecto del año pasado, cuando se cumplió la meta y también, por supuesto, en los precriterios de política económica que se enviaron a la Cámara de Diputados. El objetivo para 2017 es precisamente ese, reducir el déficit fiscal. Por lo tanto hay una gran coincidencia y respaldo por parte del Fondo Monetario Internacional a las políticas que ha propuesto el gobierno de México, manifestó.

Antes, en una ponencia presentada en el marco de la reunión de 39 países integrantes del CIAT, Videgaray Caso habló sobre la importancia que tiene para México la recaudación fiscal para afrontar el menor dinamismo económico mundial.

Afirmó que en los últimos tres años la recaudación tributaria no petrolera en el país creció en una proporción equivalente a 5.4 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB), al pasar de 8.4 en 2012, a 13 por ciento en 2015. Podemos afirmar que sin el incremento observado en la recaudación no tendríamos la capacidad de afrontar con éxito, conservando la estabilidad, los retos de la economía global.

El funcionario resaltó que la recaudación no petrolera, y particularmente de los impuestos sobre la renta (ISR) y al valor agregado (IVA), pasó de representar en 2012 el 8.4 por ciento del PIB a 13 por ciento en 2015.

El crecimiento económico de América Latina encuentra hoy necesariamente, en la recaudacón tributaria, uno de los pilares más importantes para salir adelante. En el caso de México, gracias a las mejoras en la recaudación estamos pudiendo afrontar exitosamente la caída de los precios del petróleo. Apenas en 2012 los ingresos de la recaudación petrolera representaba 39 por ciento de los ingresos; es decir, más de un tercio de los ingresos provenían de la actividad petrolera. A partir de la reforma hacendaria en 2013 y entró en vigor en 2014, la cifra cambió de manera importante: en 2015 la recaudación petrolera fue sólo 19 por ciento y la recaudación tributaria no petrolera pasó de 8.4 por ciento del PIB a más de 13 por ciento del PIB. Este es el incremento más importante de los últimos 25 años, dijo.