El pensamiento antimperialista de Fidel Castro y el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos (EU) fueron temas de la mesa de reflexión que se realizó el lunes en la Casa Lamm, en la que participaron Pablo González Casanova, Fidel Antonio Horta, Tatiana Coll, José Steinsleger y Ángel Guerra, como moderador.

Los especialistas destacaron, entre otras cuestiones, la relevancia que hoy tienen los sentimientos de dignidad, humanidad y justicia social en el pueblo cubano; valores, dijeron, por los que ha luchado siempre el líder de la revolución cubana y que se encuentran en la actual coyuntura histórica, “no de normalización de relaciones, sino de diálogo entre ambos países, ya que conflictos fundamentales, como el bloqueo económico (a la isla), aún no se resuelven.

Algunos piensan que el conflicto Cuba-EU terminó. Al establecerse las relaciones, lo que hay es diálogo, no normalización de las relaciones, explicó Guerra.

González Casanova se refirió al carácter discursivo, reflexivo y antimperialista de Fidel Castro, quien a lo largo de todas sus luchas se distingue por enseñar a pensar al mismo tiempo que se lucha, enseñar al pueblo a tomar decisiones difíciles y a organizarse para ganar. Esas han sido de las más notables y admirables lecciones que forman parte de su discurso político, pedagógico, revolucionario.

Señaló que hoy el capitalismo ha creado un orden mundial verdaderamente injusto y opresivo para la mayoría de la humanidad, pero también es un sistema autodestructivo. Esto no es exagerado ni catastrofista, como algunos piensan, agregó, lo que es catastrofista para ellos es que el capitalismo se acabe. No estoy diciendo que se va a acabar el planeta, sino que se tiene que acabar el capitalismo para que la Tierra no se acabe. De ahí la lucha de Castro y de Cuba contra ese orden, el cual se encuentra hoy a la ofensiva en el mundo, después del triunfo que tuvo en países que creíamos que iban en dirección a una etapa social superior del hombre que se llamó comunismo, para distinguirlo del socialismo democrático.

Sobre el restablecimiento las relaciones, hay quienes creen que es la reanudación de buenas relaciones; otros piensan que es necesario tomar precauciones, ya que habrá problemas nuevos para Cuba. Habrá nuevas tendencias. Aumentará la lógica del mercado económico, que hará aún más difícil la lucha, pero no nos hemos planteado algo fundamental: involucrar más a las nuevas generaciones para que conozcan y participen en este proceso histórico, que implica la emancipación del ser humano, de la que es ejemplo la revolución cubana.

Horta, escritor y consejero cultural de la embajada de Cuba en México, se refirió a la unidad de acción ideológica cubana: no al marxismoleninismo, sino al resultado de la conjunción del pensamiento de José Martí y Marx que desarrolló y encarnó Fidel Castro, que se concreta en el llamado fidelismo como sustento cotidiano, ideológico, político, social, determinante para la supervivencia del pueblo cubano en periodos críticos, haciendo frente a la política patológica, asfixiante y genocida del bloqueo de EU.

El fidelismo, dijo Horta, tiene un prisma pluridimensional: humanismo, naturaleza independentista, concepto de pueblo, patria, soberanía, de derechos humanos, justicia social, unidad nacional, dignidad, respeto a la historia, justicia social y antimperialismo.

Tatiana Coll y José Steinsleger destacaron, entre otras cosas, no olvidar la razones históricas de los diferendos entre Cuba y EU.