Regresa tres años después, sin esclarecerse si fue asesinado por la dictadura de Pinochet
Miércoles 27 de abril de 2016, p. 4
Santiago.
El premio Nobel Pablo Neruda de nuevo se encuentra frente a la inmensidad del Pacífico, desde el pequeño cerro que alberga la que fue su casa en Isla Negra.
El poeta convirtió un pequeño bosque cercano al estero Lo Cordoba, en el litoral central, en la mágina Isla Negra, a la que regresó tres años después de que sus restos fueron exhumados para investigar si fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet.
Si bien no hubo novedades, queda en claro que su muerte fue al menos apresurada
en la clínica Santa María de Santiago en 1973. En 1982 encontró la muerte allí el ex presidente Eduardo Frei Montalva.
Tras un homenaje político y luego popular en Santiago, los restos de Neruda fueron trasladados este martes a Isla Negra, donde volvieron a ser depositados mirando hacia el mar.
Volver a mirar el mar
Cubiertos por una bandera chilena y escoltados por una veintena de familiares e integrantes de la fundación que administra su legado, que Neruda regaló a los trabajadores de Chile –aunque su voluntad no fue respetada en todos sus términos por su viuda, la fallecida soprano Matilde Urrutia–, los restos del poeta, senador y embajador están en el patio de la vieja casa en forma de barco en la que pasó sus últimos días, y donde también descansa su compañera.
Un grupo de militantes del Partido Comunista, en el cual militó toda su vida el poeta, acompañó a cierta distancia la sobria ceremonia, al compás del tradicional grito: ¡Compañero Pablo Neruda, presente, ahora y siempre!
, que se rompió en cientos de ecos en las rocas bañadas por la luz de un soleado día otoñal en Isla Negra.
Neruda pidió ser sepultado en este lugar, hasta donde fue trasladado en 1992, dos años después del inicio del retorno a la titubeante democracia. Hoy para nosotros no es un funeral, es todo lo contrario. Regresar a Isla Negra es volver a mirar el mar y volver a mirar el mar no es morir, es volver a vivir, sobre todo para un poeta
, dijo Raúl Bulnes, presidente de la Fundación Pablo Neruda.
Neruda fue exhumado en abril de 2013 por orden del juez Mario Carroza, quien investiga si el poeta pudo ser asesinado tras ser inyectado en el pecho, horas antes de morir, 12 días después de instalada la dictadura militar de Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.