La organización ambientalista Greenpeace urgió a los gobiernos del mundo a comprometerse con el cumplimiento del Acuerdo de París, que ayer se suscribió en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, pues resaltó que hay datos científicos que revelan la necesidad de aplicar medidas que permitan la preservación de los ecosistemas.

Señaló que los primeros tres meses de este año fueron los más cálidos en el registro. Además, alertó que el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia está ocurriendo a un ritmo sin precedentes y la contaminación por fertilizantes está ocasionando zonas muertas en los océanos a un ritmo de 30 episodios por año.

En el contexto de la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra, la organización ambientalista hizo un llamado para que los gobiernos del mundo aceleren sus acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar nuestros bosques, proteger nuestros océanos y producir alimentos sanos para la tierra y la salud con prácticas ecológicas.

Señaló que en la cumbre climática, México, entre otras naciones, se adhirieron a la iniciativa 4 por 1000: los suelos para la seguridad alimentaria y el clima, en la que se plantea la reducción de emisiones de carbono en la agricultura con el uso de materia orgánica y prácticas ecológicas.

Por ello pues énfasis en la necesidad de que tanto el gobierno como la industria alimentaria impulsen la agricultura ecológica en el país en los programas de abastecimiento y de producción, ya que el actual modelo agroindustrial está dañando recursos naturales como el agua, la tierra y nuestra salud, con el uso excesivo en los campos de cultivo de fertilizantes sintéticos y plaguicidas, restando calidad nutrimental a los alimentos.

Afirmó que la participación de un número elevado de naciones en la ceremonia de firma del convenio ratifica el compromiso del mundo para liberarse de su adicción a los combustibles fósiles, la agricultura industrial y la sobrexplotación de nuestros bosques y mares para dirigirnos hacia el comienzo de una nueva era de la energía limpia y renovable, la agricultura ecológica, el manejo forestal comunitario y reservas marinas que protejan la vida acuática.