Teherán.

Irán expresó ayer su rechazo a una sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que decretó utilizar activos congelados para pagar compensaciones a familias de estadunidenses asesinados en ataques terroristas con participación iraní. Ya lo informamos a Washington, expresó el ministro del Exterior, Mohammad Yavad Zarif.

El funcionario, citado por la agencia iraní IRNA, se encuentra en Nueva York para hablar con su homólogo estadunidense, John Kerry, sobre la implementación del acuerdo nuclear internacional que entró en vigor en enero, después de ser suscrito el 14 de julio de 2015 en Viena.

El Tribunal Supremo allanó así el miércoles pasado el camino a las familias de las víctimas para acceder a casi 2 mil millones de dólares del gobierno iraní. La decisión se adoptó a partir de un fallo de 2012 que contempla la posibilidad de incautarse de activos iraníes congelados por un banco estadunidense para pagar juicios sobre la supuesta participación de Irán en un ataque con bomba en 1983 contra un cuartel de la marina de Estados Unidos en Beirut, en el que murieron 241 marines.

También implica otros ataques, como el de 1996 contra las Torres Khobar, en Arabia Saudita, que dejó 19 soldados estadunidenses muertos. El portavoz de la cancillería iraní, Yaber Ansari, calificó la sentencia de ilegal y contraria a la normativa internacional.

Estados Unidos, por otro lado, comprará 32 toneladas de agua pesada a Irán (constituida por un isótopo de hidrógeno, que se emplea como moderador en reactores nucleares) para responder a necesidades de su industria y de investigación atómica, con un costo 8.6 millones de dólares, anunció el Departamento de Estado.

Esta transacción aportará a la industria estadunidense un producto crucial, al tiempo que permitirá a Irán vender su excedente de agua pesada, señaló el portavoz de la diplomacia de Estados Unidos, John Kirby.

Irán acordó frenar su programa nuclear y ponerlo bajo inspección internacional en el marco del acuerdo atómico pactado con seis potencias occidentales. A cambio Teherán espera un alivio de las sanciones, aunque miles de millones de dólares del país están congelados en bancos extranjeros.

Kirby señaló que el agua pesada será usada para una investigación de importancia y no para fines nucleares. Tras su entrega será almacenada en el Laboratorio Nacional Oak Ridge y después revendida a compradores locales e investigadores.