Buenos Aires. Argentina dejó atrás el viernes una cesación de pagos de 15 años con la cancelación de más de 9 mil millones de dólares de deuda a fondos buitres, tras un conflicto judicial que impedía al país acceder a los mercados voluntarios de crédito. Con la certificación de los pagos, el juez estadunidense Thomas Griesa levantó formalmente las medidas cautelares que impedían al país cancelar a sus tenedores de bonos hasta que se resolviera una extensa disputa judicial con acreedores que no participaron en canjes de deuda. El magistrado mencionó en una orden que se habían cumplido las condiciones impuestas a Argentina para desmantelar las restricciones vigentes. Entre los primeros acreedores en cobrar estuvieron los cuatro grandes fondos de cobertura —Elliott, Aurelio, Davidson Kempner y Bracebridge— que se encontraban en el centro del conflicto. El fondo especulativo NML Capital fue el acreedor que más cobró, con algo más de 2 mil 426 millones de dólares, sobre un total de unos 6 mil 248 millones de dólares abonados a 20 querellantes, según un documento presentado por el gobierno argentino. Argentina pagó con dinero proveniente de una emisión el martes, autorizada por el juez Griesa, en la que colocó deuda por 16 mil 500 millones de dólares, en un exitoso retorno a los mercados de capitales, tras permanecer marginado desde la colosal moratoria de 2001 por casi cien mil millones de dólares.