Debido a la actividad de los volcanes Popocatépetl y Colima, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) dispuso medidas de seguridad y asesoría en caso de presencia de ceniza volcánica. En un documento de 26 cuartillas, la dependencia informó sobre los efectos que puede causar el polvo en las aeronaves, el impacto en los aeródromos y sus operaciones.

Señala que es un riesgo para las aeronaves encontrarse con ceniza en la atmósfera, ya que causa severos daños a los motores, abrasión en ventanillas, fuselaje y superficies aerodinámicas de la cabina de la tripulación de vuelo, tapan el sistema del Pitot estático; penetran en los sistemas de aire acondicionado y enfriamiento del equipo, contaminan los equipos eléctricos y aviónica, los sistemas de combustibles e hidráulico y los sistemas de detección de humo en las bodegas de carga.

Al respecto, se emitió una serie de recomendaciones preliminares, en aire y tierra, en caso de presentarse fumarolas y después de operaciones en espacio aéreo contaminado para detectar erosión, acumulación de ceniza volcánica o daños en la aeronave y/o motores, así como degradación de sistemas, entre otros.

Ayer el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que el volcán Popocatépetl registró en las recientes 24 horas unas 63 exhalaciones de baja intensidad y tres explosiones, así como dos sismos volcanotectónicos con magnitud de 1.8 y 1.7, respectivamente. En tanto, el de Colima registró una exhalación con bajo contenido de ceniza, que alcanzó una altura de mil 800 metros.