Por primera vez en la historia de la esgrima nacional clasificaron ocho competidores a Río 2016 y participarán en cinco de las seis armas en las que se combatirá, comentó el titular de la federación respectiva, Jorge Castro.

Expuso que los espadachines nacionales han dejado de ser ese escalón que alegraba a los rivales, porque cuando les tocaba un mexicano hasta sonreían, pero ahora son una barrera que deberán vencer si desean seguir adelante.

El ex representante nacional de la disciplina comentó que esta situación no se da por generación espontánea ni surge de la noche a la mañana, sino que es resultado de un proceso que comenzó hace por lo menos 10 años, cuando empezó a trabajarse en la detección de talentos, a participar en la Olimpiada Nacional y en otros competencias fuera del país.

El promedio de edad de los clasificados a la justa brasileña ronda los 18-19 años, quienes empezaron hace una década y ahora tienen su pase asegurado a los Juegos Olímpicos, aunque admitió la dificultad de que estén en la repartición de medallas.

Será la primera participación de los muchachos en una justa veraniega. Su pase es un logro inédito y pueden destacar, pero sería irresponsable asegurar que van por preseas. Creo que hasta el siguiente ciclo olímpico se consolidarán y podremos exigirles, expuso.

Para Castro es importante que las autoridades deportivas mexicanas confíen en las nuevas generaciones de esgrimistas, no sólo porque están demostrando su valía, sino que en algunos casos se han convertido en los mejores de su especialidad, como es el caso de Tania Arrayales, quien a principios de año fue la número uno juvenil en el mundo.

Destacó que el logro de los esgrimistas se vuelve más atractivo, ya que se obtuvieron ocho plazas en cinco de las seis armas en las que se combatirá en Río, además de que algunos de los espadachines juveniles ya están en la primera fuerza.