En el seminario Impactos socioambientales del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), especialistas coincidieron en que el megaproyecto afectará a las comunidades aledañas y aseveraron que el gobierno federal debe detener la construcción.

En ese acto efectuado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Christina Siebe Grabach, del Instituto de Ecología, resaltó que la superficie tiene riesgo de hundimiento, pues es zona lacustre.

Francisco Ibarra Palafox dijo que no ha quedado clara la manera en que se afectará la flora y la fauna del lugar, que ya fue devastado al derribar cientos de árboles.

Luis Zambrano González, del Instituto de Biología, explicó que las colonias sufrirán inundaciones. ¿Por qué creen las autoridades que con mayor infraestructura esto se va a solucionar? Eso no es cierto. Muchos de los defectos que tiene el actual aeropuerto se pueden solucionar con eficiencias que no tienen que ver con la infraestructura.

Otro problema, sostuvo, es la saturación, ya que quienes viajan a cualquier otra parte del país deben hacer conexión con el AICM. Aeropuertos de otras naciones distribuyen sus vuelos.

Siebe Grabach señaló que la cuenca de México es cerrada, sin drenaje natural. Reiteró que la cantidad de sales y mantos freáticos cercanos a la superficie causarán que se drenen los terrenos que se están hundiendo. El problema se resuelve con estrategias costosas de ingeniería civil e implica estar reparando y reparando pistas, edificios y zonas aledañas que van a sufrir hundimientos diferenciales. Quizá hasta más que la misma zona del aeropuerto. En términos de ingeniería civil es el sitio más complicado para construir.

Fernando Córdova Tapia, también del Instituto de Biología, agregó que desde su anuncio las autoridades nunca desarrollaron foros para su construcción.