Resaltan su trayectoria en carta al secretario de Salud
Lunes 18 de abril de 2016, p. 36
La dirección del Hospital General de México deberá responder ante el tribunal laboral por el despido injustificado de los doctores Guillermo Fanghänel Salmón y Leticia Sánchez Reyes, de larga y reconocida trayectoria como endocrinólogos y con 48 y 25 años de trabajo médico y académico en ese nosocomio, respectivamente, advirtieron un centenar de especialistas, entre ellos los presidentes de las asociaciones Nacional de Cardiólogos de México (Ancam), Mexicana de Síndrome Cardiometabólico y Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones (Ampac).
En una carta dirigida al secretario de Salud, José Narro Robles, los expertos resaltaron la trayectoria de los médicos, que fueron despedidos el pasado 1º de marzo con el argumento de que habían tenido ocho faltas a su empleo. Fueron cesados a pesar de que Fanghänel y Sánchez presentaron pruebas de su asistencia al hospital en los días referidos.
A la única audiencia que se realizó en el Hospital General de México con este motivo, a mediados de febrero, los especialistas llevaron copias de los libros de registro de asistencia y los expedientes clínicos de los pacientes que atendieron esos días en la Unidad de Factores de Riesgo Cardiovascular, la cual estaba a cargo de Fanghänel.
La misiva está firmada por decenas de miembros de la Ampac y otros expertos, en representación de sus compañeros en los estados y en otras asociaciones. Resaltaron que los afectados crearon un mecanismo de colaboración entre cardiólogos y endocrinólogos para hacer frente desde los hospitales a los graves problemas de obesidad, síndrome metabólico y diabetes que aquejan a los mexicanos.
Este es el tipo de médicos que necesitan nuestras instituciones, de avanzada, con espíritu científico, moldeados por la generosidad y el deseo de servir y de enseñar
, expresaron los especialistas.
Por eso, y aunque Fanghänel y Sánchez harán valer sus razones en un juicio laboral, los firmantes de la carta denuncian la forma particularmente ruda y primitiva que se usó para separarlos de sus cargos
. Si el director del hospital, César Athié, y el jefe del servicio de cardiología –al que estaba adscrita la unidad que dirigía Fanghänel–, Rubén Argüero, necesitaban renovar la planta médica, hacer más eficientes los servicios, elevar la productividad o tener plazas libres para personal de su confianza, hay otros mecanismos y procesos más útiles que, además, no violentan los derechos ajenos y la convivencia pacífica y civilizada
.
Los médicos solicitaron al secretario Narro Robles su intervención, a fin de que por las vías institucionales el conflicto termine sin pasar por encima de los derechos y el reconocimiento que merecen los doctores Fanghänel y Sánchez.