Ejido los Amoles, Jal.

Comuneros huicholes y ejidatarios de Los Amoles, municipio de Mezquitic, tuvieron el fin de semana una asamblea conjunta en la cual lograron acuerdos sobre los conflictos de límites que han provocado caza excesiva de venados, mal reparto de recursos hídricos, abigeato y tala clandestina.

Los participantes dijeron que es el primer paso para terminar con el recelo que ha caracterizado la vecindad desde 1952, cuando se constituyó el ejido de 6 mil 116 hectáreas junto al territorio huichol, de más de 200 mil hectáreas.

José Ángel Díaz Serio, gobernador tradicional de San Sebastián Teponahuaxtlán, colindante con Los Amoles, explicó que a la reunión acudieron autoridades huicholas de Tuxpan de Bolaños y la mesa directiva del ejido.

Los acuerdos quedarán en un documento tanto del ejido como de la comunidad, que tendrá validez para los dos grupos. Antes habíamos tenido reuniones para temas muy particulares, agregó.

Luis Alfonso Campos Villagrana, presidente del comisariado ejidal de Los Amoles, afirmó que se han allanado disputas por el agua al convenir el reparto del vital líquido de los manantiales y permitir que llegue a las comunidades sin distingo territorial.

La asamblea se realizó en el auditorio de usos múltiples de Los Amoles, el cual quedó sin techo y con sus columnas dobladas tras la nevada y los vientos de marzo pasado.

El primer punto fue la cacería ilegal de venados, animal sagrado en la tradición huichola.

Los indígenas recordaron que existen normas para la conservación del venado, y los ejidatarios propusieron llevar más animales a fin de promover la caza deportiva y obtener más recursos.

También se organizaron brigadas para enfrentar incendios forestales. En cuanto a la tala y venta clandestina de pinos, se decidió que quien sea sorprendido talando o vendiendo árboles sin permiso será entregado a las autoridades del municipio de Mezquitic.

Los huicholes acusaron a algunos ganaderos de robarles vacas. Al final se acordó borrón y cuenta nueva, en el entendido que en adelante este ilícito será castigado de acuerdo con el régimen de usos y costumbres, y después los acusados serán entregados a las autoridades.