El Museo de la Ciudad de México alojó hasta la semana pasada una exposición que reúne 109 imágenes de 11 fotógrafos alemanes, integrantes de la agencia Ostkreuz, la mayoría captadas en 2009, en 14 urbes de varios países. Acudieron a verla cerca de 10 mil visitantes.

La ciudad: porvenir y decadencia se inauguró en febrero pasado y fue parte de los festejos por el 50 aniversario del Instituto Goethe y del año dual México-Alemania 2016-2017, cuyas actividades se darán a conocer a mediados de año.

La ciudad: porvenir y decadencia se exhibió ahí “porque la vocación del museo es ser una especie de crisol por donde las miradas se entrecruzan desde y para la Ciudad de México.

“Esa mirada sobre el concepto de paisaje urbano, donde la manifestación de esta utopía realizada –que en algún momento Walter Benjamin llamó la única utopía realizada– que es la ciudad se revela en esas fotos también como una parte infernal de la distopía y no de la utopía”, dijo José María Espinasa, director del recinto, durante una conferencia de prensa al lado de las curadoras Magdalena Wiener, del Instituto Goethe México, y Luisa Barrios, del Museo de la Ciudad de México.

Wiener indicó que para el instituto esta exposición es importante porque forma parte de los 50 años aquí. Se fundó en 1966, como uno de los primeros y más grandes en el mundo; desde entonces seguimos trabajando en el estudio del idioma, aunque también en crear una plataforma de intercambio. Creemos que cultura y arte son una forma distinta de hacer política, y para reflexionar de temas que son importantes a ambos lados del Atlántico, como migración, ciudad, crisis políticas y económicas.

Las cinco décadas del instituto se celebrarán todo el año con múltiples actividades, como festivales, cine, danza, teatro y artes visuales. A esta última categoría pertenece la exposición que concluyó la semana pasada. La muestra habló de la ciudad como centro, pero también de los suburbios, de las regiones donde viven las personas, donde creamos nuestra vida.

Luisa Barrios precisó que las fotografías son de la agencia Ostkreuz, nombre de una estación de tren en Berlín.

La agencia se fundó en 1990, poco después de la caída del Muro; todos eran fotógrafos del este y actualmente es la de mayor éxito en Alemania.

Los 11 fotógrafos participantes en la exposición y las 10 series que la integran (dos de los expositores trabajaron en una) presentan una mirada crítica en torno a cómo las ciudades inciden en los cambios ecológicos; todas son una mirada desde la cultura alemana hacia diferentes puntos del planeta, añadió Barrios.

Esos puntos son Detroit, Las Vegas, Manila, Florencia, Prípiat (ciudad cercana a Chernobyl, que fue abandonada tras la explosión del reactor nuclear), Reikiavik, Liverpool, Minsk, Berlín, Auroville, Lagos, Ushuaia, la región Autónoma de Mongolia y la franja de Gaza.

La exposición en el Museo de la Ciudad de México fue más pequeña que la original; de acuerdo con Weiner, por cuestiones de espacio se decidió exhibir las series completas y no una selección de cada una.

Registro de metrópolis en destrucción

La agencia Ostkreuz “se forma de 18 artistas de diferentes generaciones y perspectivas, con una vista muy independiente; ellos mismos curan su tema. En este caso quieren reflexionar sobre la vida de la ciudad, que a todos nos afecta de forma distinta. Hay fotógrafos que trabajan con la moda, por ejemplo, son imágenes mucho más poéticas; otros con cierto tipo de luz, o trabajan de forma más documental. Cada quien tiene su mirada sobre el tema de la exposición.

Obviamente está el hecho de que tenemos fotógrafos de todo el mundo que documentaron de una u otra forma lo interesante de que haya utopías, urbes en destrucción, que son un símbolo de esperanza. Hay metrópolis construidas por la economía, como Detroit, que básicamente creció por la industria de los automóviles que se asentó ahí. Sin embargo, ¿qué pasa cuando esa industria se va? La ciudad se ve desolada. ¿Qué hacen las personas que permanecen ahí? Entonces nos encontramos con muchas versiones de la ciudad, que igual reconocemos en nuestras experiencias de vivir en una urbe, lugares que creamos; queremos vivir en la ciudad, pero luego no la aguantamos más. Siento que cada uno de nosotros se puede encontrar en estas ciudades. Cada serie estuvo acompañada por una cédula con las palabras de su autor, entre ellos Anne Schönharting, Linn Schröder, Sibylle Bergemann, Dawin Meckel, Ute y Werner Mahler, Jörg Brüggemann y Andrej Krementschouk.