La construcción del nuevo sistema nacional anticorrupción no puede concebirse como la integración de un modelo inquisitorial, sino debe entenderse como la definición de incentivos para desalentar la incidencia de actos de cohecho, sostuvo el secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade. Es entendible que como sociedad nos estemos orientando a reforzar las cuestiones vinculadas con el castigo, es natural hacerlo, pero no es condición suficiente: hay que alentar la prevención.

Al participar en el foro La información en el combate a la corrupción, que organizó el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Andrade reivindicó los avances que se han alcanzado, desde la creación de una fiscalía anticorrupción, insertada dentro de la fiscalía autónoma en que para 2018 se deberá convertir la Procuraduría General de la República.

En el mismo sentido se pronunció el auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, para quien el sistema nacional anticorrupción no debe entenderse solamente como la mera aplicación de sanciones. Si equiparamos a la corrupción con una enfermedad grave, la propuesta es que enfoquemos nuestra estrategia a largo plazo, a la vacunación y a la medicina preventiva, a fin de inhibir la proliferación del mal sin esperar a tener que hacer procedimientos quirúrgicos que pueden resultar costosos, tardíos y no siempre efectivos.

Para la presidenta del Inai, Ximena Puente, la coyuntura actual, en la que se debaten las leyes secundarias, es una oportunidad fundamental para vincular el SNA con el Sistema Nacional de Transparencia, porque se complementan en la lucha contra prácticas indebidas, particularmente en una sociedad en la que la corrupción y la impunidad, se han instalado como parte de la vida diaria.

La corrupción es considerada una práctica que desincentiva el crecimiento económico y tiene un elevado costo para las sociedades –estimado en 5 por ciento del producto interno bruto, según el Banco Mundial–, que la transparencia en la información puede contribuir a revertir. Destacó la importancia de que generar la información sea ya una obligación de quienes ejercen recursos públicos.

Para la coordinadora de la Red Nacional por la Rendición de Cuentas, Lourdes Morales, una clave para dotar de mayor eficacia al sistema nacional anticorrupción es la participación ciudadana a través de un comité ex profeso que se pretende conformar. En paralelo, destacó la importancia que cobrará el secretariado técnico, que deberá generar una metodología para medir el fenómeno de la corrupción, que evalúe avances y retrocesos, produzca información sobre la materia, emita informes periódicos que den cuenta de las decisiones, resultados y formule recomendaciones.

El presidente del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, Manuel Hallivis Pelayo, dijo que algo fundamental que recupera el sistema nacional anticorrupción es que ya no existirán esfuerzos aislados de diversas instituciones para combatir la corrupción.