En una sala abarrotada de la Cineteca Nacional, fue proyectada la tarde del pasado jueves la versión restaurada de El automóvil gris, del maestro Enrique Rosas, considerada una de las obras más importantes del cine silente de ficción en México.

La cinta cuenta la historia de la banda de delincuentes automóvil gris, los que aprovechaban la inestabilidad política, la inseguridad y las fuertes influencias de sus integrantes con altos mandos castrenses para perpetrar sus ilícitos en las calles de la Ciudad de México, en 1915.

Los bandidos, disfrazados de militares u oficiales de alto rango, escogían como víctimas a ciudadanos acaudalados. Ya identificados, llegaban a sus domicilios con una orden de cateo por tenencia ilegal de armas, así cometían los saqueos.

Musicalización de José María Serralde

La función especial, que fue musicalizada por el pianista José María Serralde, quien compuso la partitura a partir de referencias y citas comunes sobre los cines mexicanos de la época.

Serralden tiene 20 años de musicalizar cine silente.

A la par de la función, fue inaugurada en el vestíbulo de la sala dos de la Cineteca la exposición El automóvil gris, historia de una restauración, que cuenta a través de elementos multimedia y breves videos las etapas del rescate del filme.

Como informó La Jornada el pasado 6 de abril, se necesitaron tres años (2012-2015) para la restauración, realizada por el Laboratorio de Restauración Digital Elena Sánchez Valenzuela, de la cineteca.

Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, antes de la proyección del filme pidió un aplauso para el grupo de restauradores y agradeció a la familia Rosas Priego, principalmente a Alfonso y a Lourdes, por conservar el material fílmico y haberlo confiado a la institución para su recuperación.

Aseguró que el trabajo se hizo con la mayor fidelidad respecto de la versión original de la película, a partir de una copia entintada con escenas que no se habían visto desde 1919, año en que se exhibió la película por primera vez.

La versión original estaba compuesta por 12 episodios separados que duraban dos horas. Luego del proceso de restauración, quedó un largometraje de tres horas 43 minutos.

La función de gala fue dividida en dos partes con la finalidad de que tanto el pianista como los asistentes tuvieran un descanso.

Para el libreto, Rosas contó con la colaboración del agente Juan Manuel Cabrera, quien personalmente aprehendió a la mayoría de los miembros de la banda. También tuvo la asesoría del cineasta Miguel Necoechea.