Hacen lo que pueden con pocos recursos: académica
Domingo 10 de abril de 2016, p. 29
En las 32 entidades del país existe una dependencia encargada de atender a las mujeres; la mayoría son institutos, pero también hay secretarías y un consejo. Con estructuras dispares, falta de personal, poco presupuesto y el interés enfocado sólo en la violencia de pareja, el cumplimiento de sus funciones es parcial
, consideró Sonia Frías Martínez, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para este año, como parte del gasto federal para la igualdad de género, se les repartirá más de 303 millones de pesos por conducto del Programa de Apoyo a las Instancias de la Mujer en las Entidades Federativas (Paimef), que administra el Instituto de Desarrollo Social (Indesol).
El objetivo de esos organismos es prevenir y atender la violencia contra las mujeres. Sin embargo, no todas poseen las mismas competencias, y para algunas el mandato de atención es ambiguo, aseveró en entrevista la investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM.
En Chiapas, Coahuila, Guerrero, Zacatecas y Michoacán esas instancias están elevadas al rango de secretarías, y en el resto de las entidades son institutos. En el estado de México –una de las entidades con mayor número de feminicidios– no hay una dependencia exclusiva, sino que se encuentra integrada a un organismo de asistencia, el Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social.
El que no exista homologación tiene varias repercusiones, explicó Frías Martínez. Si están sectorizadas al área de desarrollo social, su capacidad de negociación para obtener presupuesto o crear políticas públicas es limitada; no es autónoma
. En cambio, al ser una secretaría hay mayor independencia, indicó.
Sin embargo, aclaró, aunque se convirtieran en secretarías no cambiaría nada, si no se les asigna presupuesto suficiente. De 2013 a 2015, los 32 despachos recibieron 601.5 millones de pesos del Programa de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
En realidad, opinó, hacen lo que pueden con pocos recursos humanos y económicos
. Esa es otra desventaja, pues muchos especialistas que apoyan a las mujeres en materia jurídica, sicológica o médica son temporales y no todos están bien capacitados, expresó.