Madrid.

La edición 22 de la Mostra de Cine Latinoamericano de Lleida comenzó el viernes con amplia representación mexicana, que tendrá participación en los tres apartados oficiales, en uno de los escaparates más destacados de Europa para la difusión del arte cinematográfico que se produce en la región. Entre las cintas que compiten en la sección de largometrajes destacan la coproducción entre México y Francia La delgada línea amarilla, dirigida por Celso García; La carga, de Alan Jonsson Gavica, y Un monstruo de mil cabezas, del realizador mexicano de origen uruguayo Rodrigo Plá.

Escaparate

Como cada año, la ciudad catalana de Lleida se convierte en un escaparate para los realizadores de América Latina, en un festival que potencia la creación de calidad y que intenta favorecer las operas primas, las producciones latinoamericanas y el cine de calidad.

Juan Ferrer, director de la Mostra, explicó en entrevista con La Jornada que este año, la idea básica es exhibir cine latinoamericano en España y en Cataluña. Creo que la selección agrupa a bastantes naciones de la región, especialmente México, país con el que tenemos una relación muy estrecha. Este año tiene representación en las tres ediciones a concurso y creo que el público en general las disfrutará.

A juicio de Ferrer, el cine mexicano tiene siempre directores interesantes y un caldo de cultivo importantísimo. Obviamente hay etapas, como en todos los países, y sin duda hay momentos a lo largo de la historia que son diferentes. Yo recuerdo la cinematografía de los años 50, de los Estudios Churubusco y de los grandes directores, que fue una gran época. Luego recordó a creadores de los 70, como Felipe Cazals, Arturo Ripstein y Pedro Armendáriz, y a los nuevos realizadores, como Rodrigo Plá o Alan Jonsson.

Es verdad que hay directores mexicanos que han traspasado la frontera de la popularidad global, como Alejandro González Iñárritu, Guillermo Arriaga o Guillermo del Toro, pero luego hay otros realizadores que van a festivales de cine en el mundo y que cosechan grandes éxitos, dijo Ferrer.

Mercado fragmentado

El director de la Mostra también llamó la atención de unos problemas atávicos de la industria del cine en América Latina: Uno de las tareas pendientes para todos los que trabajamos por el cine es vencer algo que considero inconcebible. Y es el hecho de que haya tan mala distribución de las películas producidas en América Latina o en España en nuestros propios países. Un mexicano tiene problemas para ver películas argentinas, como un argentino los tiene para disfrutar cintas colombianas o un brasileño para observar filmes uruguayos. Es un mercado muy fragmentado cuando podría ser mucho más fluido y seguramente así la industria se fortalecería.

Además de los largometrajes, México estará presente en el festival catalán en el apartado de documentales, con Llévate mis amores (all of me), de Arturo González Villaseñor. Y en la sección de cortometrajes con La canción del abuelo, de Carlos Alcázar.