Los partidos llegan a las campañas electorales, que se inician este fin de semana, con la certeza de que en los comicios de junio próximo no sólo se disputarán gubernaturas, diputaciones y ayuntamientos, sino también se empezará a definir quiénes son los aspirantes presidenciales con mayores posibilidades de convertirse en los abanderados de las fuerzas políticas.

Por ejemplo, un eventual triunfo del Partido Acción Nacional (PAN) en Veracruz posicionaría al dirigente del blanquiazul, Ricardo Anaya, como aspirante a Los Pinos, y una victoria en Puebla y Oaxaca colocaría al gobernador Rafael Moreno Valle como uno de los fuertes precandidatos.

El 5 de junio habrá comicios en 14 estados. De ellos, en 11 se renovarán gubernaturas, congresos y alcaldías. En Puebla sólo al jefe del Ejecutivo estatal y en Baja California diputaciones y municipios. Por lo que hace a la Ciudad de México, se votará por 60 de las 100 diputaciones a la Asamblea Constituyente.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional Electoral (INE), estarán en disputa 12 gubernaturas, 965 presidencias municipales, 239 diputados de mayoría y 209 de representación proporcional, incluyendo a los constituyentes. En total podrá participar 52 por ciento del electorado del país, es decir, 37 millones de personas.

Al iniciarse este fin de semana las campañas políticas en la mayoría de las entidades con proceso electoral –Tlaxcala comienza el lunes próximo, Baja California el 12 de abril y la Ciudad de México el 18 del mismo mes–, las fuerzas políticas se declararon listas para la contienda, pese a las divisiones y los problemas judiciales que enfrentaron varias de ellas en la definición de sus candidaturas. Resalta el conflicto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Quintana Roo y los de la Revolución Democrática (PRD) en Oaxaca, Puebla y Zacatecas. La situación en la última entidad derivó en la exclusión de importantes liderazgos y si eso no se corrige se podría perder una gran oportunidad de cambio, advirtió Camerino Márquez, secretario de organización del partido del sol azteca.

El PAN, sin fisuras

En este escenario, sólo Acción Nacional ha presumido de haber salido fuerte y unido de esa etapa. Damián Zepeda, secretario general, señaló que se hizo un trabajo político de diálogo que permitió hacer postulaciones de consenso.

Agregó que el blanquiazul postuló a los abanderados más competitivos y va a dar la pelea en todos los estados, sin definir en cuáles tienen mayores posibilidades.

Sin embargo, fuentes del PAN puntualizaron que el PRI tiene asegurados Hidalgo y Sinaloa, pero en los otros 10, su partido será competitivo. Hay posibilidades de victoria en Aguascalientes, Tlaxcala, Durango, Veracruz y Quintana Roo. En los últimos tres en alianza con el perredismo.

Para el partido del sol azteca no sólo hay opción de ganar en las ya mencionadas, sino también en Oaxaca, donde igualmente va coaligado con el PAN, y en Tlaxcala. El PRI ha insistido en que puede obtener al menos nueve de las 12 gubernaturas. Morena por su lado tiene expectativas de triunfo en Zacatecas.

Pero más allá de los puestos que estarán en disputa, las fuerzas políticas consideran los comicios del 5 de junio la antesala de las elecciones presidenciales de 2018, pues en ellos se fortalecerán o debilitarán las corrientes internas que ya impulsan a sus candidatos a Los Pinos.

En corrillos del PAN se menciona por ejemplo que de ganar Durango, Aguascalientes y Tlaxcala, el calderonismo ampliaría su base de influencia y por tanto se fortalecería la candidatura de Margarita Zavala, pero si se triunfa en Veracruz y Puebla, se robustecerían los grupos de Anaya y Moreno Valle. Con ello, el dirigente del partido podría entrar a la carrera por la postulación presidencial.

Para los panistas, una eventual derrota en Puebla sacaría al gobernador de la lucha por la primera magistratura.

En el PRI, un triunfo en la mayoría de las entidades fortalecería al dirigente Manlio Fabio Beltrones y lo colocaría de fuerte aspirante a la Presidencia, pese a no tener el apoyo del jefe del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto. Los analistas políticos señalan que el crecimiento electoral de Morena fortalecerá la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y sucederá lo mismo con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, si el PRD logra imponerse en las diputaciones para la Asamblea Constituyente.