Nueva York.

Maestros de Chicago realizaron ayer un paro de 24 horas –acción inédita–, con el propósito de exigir financiamiento adecuado para el tercer sistema escolar público más grande del país.

A lo largo del día y culminando con manifestaciones y marchas en el centro de la ciudad, miles de profesores, estudiantes, universitarios y organizaciones comunitarias exigieron más recursos a las autoridades municipales y estatales.

Vamos a ganar el financiamiento de nuestras escuelas y a luchar hasta conseguirlo, declaró ante medios locales Jesse Sharkey, vicepresidente del Sindicato de Maestros de Chicago.

Karen Lewis, presidenta de la organización, se sumó a la protesta frente a una preparatoria donde antes fue maestra de química. Lewis ha sido figura nacional en la lucha por la educación pública ante supuestas reformas que, afirman críticos, están buscando debilitar los gremios y privatizar la enseñanza pública en todo el país.

Mientras tanto, el sindicato ha estado negociando desde junio pasado para renovar el contrato con la ciudad, encabezada por el alcalde Rahm Emanuel, antiguo jefe de gabinete de Barack Obama. El alcalde criticó la acción afirmando: No creo que los niños deberían pagar un precio para este mensaje político. Algunos manifestantes coreaban consignas pidiendo la destitución del funcionario y del gobernador de Illinois por no apoyar la educación pública.

Una acción como esta –en la que los docentes realizan un paro de un día por un asunto que no está técnicamente dentro de las negociaciones de contrato– no tiene precedente en la urbe. El sindicato ha sido la vanguardia a escala nacional contra las llamadas reformas educativas, que imponen exámenes estandarizados para estudiantes, usan los resultados para evaluar a los maestros, cierran escuelas en barrios pobres e intentan privatizar partes del sistema público impulsados por todo el país. Su última huelga fue en 2012, que duró más de una semana.

El sindicato ha estado batallando contra recortes al gasto público, con impacto en salarios y beneficios para el magisterio, y por tanto está demandando un incremento a los recursos mediante más impuestos para rescatar el sistema educativo en la tercera ciudad del país.

Es castigo a estudiantes

El jefe del sistema escolar, Forrest Claypool, y los colaboradores del alcalde Emanuel acusaron que era una acción ilegal y presentaron cargos contra el sindicato. Señalaron que sólo castigaba a los aproximadamente 330 mil estudiantes y padres. Pero el sindicato respondió que aunque reconocían que causaba problemas, la acción es necesaria para asegurar la existencia del sistema público.

La organización fue respaldada por el gremio nacional de maestros –AFT– y por una multitud de otros sindicatos municipales y organizaciones comunitarias que realizaron foros y acciones de protesta en varias partes de la ciudad. Los docentes se manifestaron frente a sus escuelas coreando consignas, apoyados, en muchos casos, por padres de alumnos. Padres en apoyo de maestros, se leía en mantas y pancartas.

Claro que preferimos estar adentro enseñando a los jóvenes. No tomamos esto a la ligera. Pero ellos entienden que esta acción es tanto para nosotros como para ellos, comentó Tom Keddy, profesor de historia de una preparatoria, al Chicago Tribune. Agregó: Esto es mucho más grande que nosotros, los maestros. Es para la comunidad. Queremos buenas escuelas públicas.

Había marchas –una con una banda de jazz, estilo Nueva Orléans, usada para funerales (https://video.twimg.com/ext_tw_video/ 715920234495000577/pu/vid/1280x720/ _3eIIA4hy5hr2185.mp4)– y acciones de solidaridad en varias universidades de la zona, con mantas que declaran: basta de matar a la educación pública. Otra, sostenida por una estudiante de 15 años, sencillamente decía: Mis maestros y yo merecemos algo mejor.