El otrora poderoso organismo fenece sin que sus agremiados le paguen cuotas
El dirigente ferrocarrilero Víctor Flores busca volver a encabezar esa central obrera
Lunes 28 de marzo de 2016, p. 7
El otrora poderoso Congreso del Trabajo (CT) se ha visto en la necesidad de rentar parte de las instalaciones de su sede, en avenida Flores Magón, para pensión de vehículos de quienes habitan en la Unidad Tlatelolco.
Asimismo, la casi totalidad de las 54 agrupaciones que lo integran no le pagan cuotas, tiene adeudos millonarios de servicios como agua y, aunado a ello, parte de su edificio fue declarado ‘‘en riesgo’’ por la Secretaría de Protección Civil capitalina.
Con todo esto, el organismo llegó a su 50 aniversario. Atrás quedaron los tiempos en que dirigentes del Congreso del Trabajo, como Fidel Velázquez o Joaquín Gamboa Pascoe, gozaban de gran poder político y eran interlocutores privilegiados del sector obrero ante el gobierno en turno.
En el presupuesto de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para 2016, se establece que la dependencia canalizará al Congreso del Trabajo 20 millones de pesos por conducto del Comité Nacional Mixto de Protección al Salario (Conampros), organismo incorporado al CT que supuestamente ‘‘da asesoría a las organizaciones y líderes sindicales en materia de productividad laboral’’.
Dicho comité ha recibido partidas presupuestales de montos similares durante los tres sexenios anteriores y lo que va del presente. Incluso, la STPS, luego del recorte presupuestal establecido para el presente año, revisó a la baja el gasto en diversos rubros, pero mantuvo el destinado al Conampros.
El CT ‘‘perdió totalmente su sentido de representación obrera y no podemos dejar que se siga pudriendo; esta parte de los organismos corporativos, que fue valiosa, que fue importante, incluso ya perdió el Zócalo el primero de mayo, Día del Trabajo’’, resumió el secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo.
‘‘Cuándo yo entro al edificio de esa central tomo mis precauciones, porque siento que se va a caer penosamente’’, puntualizó el líder en entrevista, ante las condiciones deplorables del edificio del CT. Dirigentes que acudieron a la celebración de los 50 años del Congreso del Trabajo el pasado 23 de febrero, señalaron que a la mayoría de los asistentes no los conocían. El acto se llevó a cabo en el salón principal del edificio, entre polines y viguetas que apuntalan paredes, y sólo se ofreció un magro desayuno.
En esa ocasión, Aceves del Olmo dijo: ‘‘Me extraña ver a tantos nuevos, porque solamente he sabido de los nombres de algunos en las demandas de titularidad que le aplican a la CTM’’ en la disputa por los contratos colectivos que hay entre centrales obreras.
No obstante esta situación, de nueva cuenta el líder del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, Víctor Flores Morales –sobre quien pesan diversas demandas penales por malversación de fondos–, busca encabezar esta central y lleva a cabo cabildeo entre dirigentes para lograr la mayoría.
El actual secretario general del Congreso del Trabajo es Ramón Humberto Ojeda, quien sustituyó en el cargo a Joaquín Gamboa Pascoe y termina su periodo las próximas semanas sin posibilidades de relegirse. Sin embargo, tiene cargo seguro como secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la República Mexicana, organización que integra gremios de servicios y comercio tanto en la Ciudad de México como en el estado de México.
En tanto, Flores Morales ya ha encabezado el CT. Fue presidente y vicepresidente del mismo entre 1996 y el año 2000, así como en 2010 y 2012. En estos días aciagos para el organismo, el líder ferrocarrilero vuelve a buscar el cargo.
De aquel Congreso del Trabajo que antaño fue presidido por el propio Fidel Velázquez, Francisco Hernández Juárez, Leonardo Rodríguez Alcaine y Joaquín Gamboa Pascoe, queda muy poco.
Al respecto, el recién nombrado líder de la CTM, Aceves del Olmo, dijo: ‘‘Nos interesó en sus orígenes, cuando se manejó bien; ahora ya no. No le echo la culpa a nadie de cómo está ahora esta central... nuevos nombres tomaron sus riendas, ni los conozco.
‘‘Yo les dije que ojalá hubiera menos trabajadores pobres y menos líderes ricos. El único mensaje que se puede dar al Congreso del Trabajo es que hay que servir a los trabajadores, no servirse de ellos’’, remarcó.
Respecto de los señalamientos de quiebra de esta central, Víctor Flores Morales comentó que es ‘‘mentira’’ que este organismo reciba subsidios federales por medio del Conampros, ni que otras dependencias lo estén financiando, ni tampoco el Sindicato Ferrocarrilero, que él encabeza. Reconoció que la vieja sede de Flores Magón ‘‘requiere de mantenimiento mayor’’ y que las cuotas que aportan las organizaciones no son suficientes para atender sus actuales demandas.