Hay gustos que se transmiten como una tradición, como un saber que se turna de padres a hijos. El beisbol, a diferencia del futbol bombardeado por múltiples canales publicitarios, suele ser una herencia. Los padres llevan a los niños desde pequeños a que se familiaricen con este deporte de pausas y estrategias, de estallidos y otra vez pausas.

Los niños quieren batear desde los tres años, dijo la señora Dora Luz, quien viene de Baja California con un grupo de padres de familia que acompañan a sus hijos, seleccionados de Ensenada.

El equipo vino a competir al torneo nacional de ligas infantiles y se encontraron con un Zócalo irreal convertido en un diamante de beisbol, en una ciudad a la que consideran ajena a este deporte.

Dora Luz, cuyo esposo es el mánager del equipo, señala: Hay estados, como el nuestro, donde el deporte más importante es el beisbol, pero en esta ciudad a veces parece que lo único que les importa es el futbol.

Otras madres de familia que la acompañan opinan igual e incluso expresan un ligero rencor hacia la masividad del balompié, pero al mismo tiempo están fascinadas con la puesta en escena del centro de esta ciudad, con el paisaje de un diamante circundado por la Catedral y el ≠Palacio Nacional.

Este fin de semana dedicado al rey de los deportes en la Ciudad de México los tomó por sorpresa y no ocultan su entusiasmo. Saben que por la noche habrá un juego de pretemporada con equipos de Grandes Ligas: Padres de San Diego ante Astros de Houston.

Allá uno está acostumbrado a ir a ver partidos a San Diego o Los Ángeles. Qué bueno que se empieza a ver esto en la Ciudad de México, porque parece que se olvidan hasta de los peloteros de las ligas mayores, dijo la madre de uno de los seleccionados.

El doctor William Antonio Uc Mata también heredó el gusto por la pelota, como se le llama de manera familiar a este deporte en algunas regiones beisboleras. Además de un apellido maya, su padre yucateco le legó la pasión por este deporte que define como impredecible y complejo, de ahí la reticencia a los públicos masivos.

Uc Mata fundó un equipo, los Gigantes de Iztapalapa, para promover esta disciplina en los barrios de la Ciudad de México: “Si el beisbol está al alcance de los niños, verán que existen un mundo más allá del futbol. Que es mucho más que un simple negocio.