La Habana.

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, pidió este lunes al gobierno colombiano y a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) redoblar los esfuerzos para resolver temas difíciles y alcanzar un acuerdo final de paz que permita poner fin al conflicto más antiguo del continente.

El Departamento de Estado informó que Kerry hizo la petición en las reuniones que por separado sostuvo aquí con la delegación del gobierno del presidente Juan Manuel Santos y de las FARC, que negocian un acuerdo de paz desde finales de 2012.

El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, aseguró que Kerry dijo a ambas partes que Estados Unidos promueve el fin del conflicto y que se deben superar temas que están ahora en la mesa de negociación, incluyendo un cese al fuego bilateral supervisado por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, un calendario para el desarme y garantías de seguridad para todos los actores políticos legítimos.

El jefe de la delegación del gobierno colombiano para los diálogos de paz con las FARC, Humberto de la Calle, aseguró que el encuentro de Kerry fue muy productivo, y agradeció el apoyo estadunidense a los diálogos. Agregó que Washington ayudará con la seguridad de los rebeldes que dejen las armas y, junto con Noruega, colaborará en el desminado de las zonas que ocupan las FARC.

Kerry viajó a La Habana como parte de la comitiva que acompaña al presidente Barack Obama en su histórica visita.

Después del encuentro con la delegación del gobierno colombiano, Kerry se reunió con delegados de las FARC, la primera reunión de un alto funcionario de Washington desde que comenzaron las negociaciones, hace más de tres años.

El grupo rebelde agradeció el apoyo de Estados Unidos a la negociación de paz y pidió ayudar para frenar la violencia paramilitar y contribuir a poner en marcha el acuerdo sobre cultivos ilícitos con proyectos alternativos que beneficien a los campesinos.

El gobierno colombiano y las FARC discuten el cese bilateral y definitivo al fuego, en busca de poner fin al conflicto armado más viejo de América Latina que ha dejado más de 220 mil muertos y millones de desplazados.

Las partes tenían previsto firmar el 23 de marzo un acuerdo definitivo de paz, pero admitieron recientemente que no será posible porque aún quedan temas pendientes como las zonas para ubicar la guerrilla antes de la dejación de armas y el mecanismo de refrendo de los acuerdos.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia señaló en un informe que más de 250 mil niños han sufrido las consecuencias del conflicto armado en Colombia en los pasados tres años, pese a la negociación de paz que se celebra en Cuba.