Chilpancingo, Gro.

Familiares de mixtecos que se encuentran presos en Ayutla de los Libres protestaron en la Ciudad Judicial, para demandar al gobierno federal que ponga en libertad al menos a ocho policías comunitarios acusados por las mismas causas que a la comandanta Nestora Salgado, quien la mañana del viernes fue liberada.

A la manifestación se unieron familiares y estudiantes de la normal de Ayotzinapa, así como padres de los 43 desaparecidos, donde el abogado del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, Rogelio Teliz, y Gonzalo Molina, promotor de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), se pronunciaron por liberar a todos los presos políticos del país.

Teliz informó que la cuarta sala penal fijó nueva fecha sobre el caso de Arturo Campos, consejero de la CRAC-PC, quien fue detenido por exigir la libertad de Nestora Salgado el 1º de diciembre de 2013 durante la campaña que lanzó Tlachinollan: Doce días por la libertad de los presos políticos.

Detalló que Campos exigía la libertad de sus compañeros e inmediatamente fue detenido y llevado de manera ilegal al penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, estado de México. “Después le notificaron (que había cometido) secuestro (...) y el juez cuarto penal de Acapulco le dictó auto de formal prisión por ese delito el 18 de mayo de 2015.

“Recordemos que hay dos agraviados que la administración del ex gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero presentó como las víctimas (del secuestro), a Pedro Gil Apreza Salmerón y Katia Espinosa Bolaños. Hoy se esperaba que los agraviados se presentaran, pero sólo se apersonaron.

Son los mismos delitos que Nestora; tenemos conocimiento de que el juez de Ayutla le otorgó su libertad; ese mismo criterio la cuarta sala penal tiene que aplicarlo. Hay un término de 15 días para que la emitan, pero no podemos esperar ante un hecho de injusticia. Esa sala tiene la obligación de emitir el fallo, para que de inmediato Arturo Campos recobre su libertad.

Agregó que esa resolución beneficiaría a seis presos más recluidos en Ayutla, entre ellos Bernardino García.