Especialistas del Equipo Internacional de Trabajo sobre Docentes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), afirmaron que garantizar la calidad de la educación y promover las oportunidades de aprendizaje demanda una fuerza magisterial calificada y motivada, pero también un financiamiento adecuado, sostenido, bien orientado, enfocado en la equidad y con una implementación efectiva y eficaz.

Al concluir los trabajos del octavo Foro Internacional de Diálogo sobre Políticas Docentes, donde se emitió la llamada Declaración de México: docentes por la educación 2030, recomendaron fortalecer la calidad de los programas de formación inicial de maestros, pero también su regulación, al asegurar que las condiciones de acreditación y licenciamiento sean definidos claramente.

Convocaron a la comunidad educativa global a impulsar que los docentes estén empoderados, que sean debidamente contratados, que reciban una buena formación, que estén cualificados profesionalmente, motivados y apoyados dentro de sistemas que dispongan de recursos suficientes, que sean eficientes y que estén dirigidos de manera eficaz.

Al respecto, el subsecretario de Planeación, Evaluación y Coordinación de la Secretaría de Educación Pública, Otto Granados, consideró que los ejes que impulsa la reforma educativa, en particular lo referente al desarrollo profesional docente, es sumamente coherente con la Declaración de México, ya que cuando se piden recursos en formación continua, nosotros tenemos casi nueve veces más. Creo que vamos en la dirección correcta.

No obstante, reconoció, que el documento emitido por los especialistas también recoge las preocupaciones por los contextos sociales y educativos en los que se realiza la labor docente, afirmó que la evidencia internacional nos demuestra que, efectivamente, entre 50 y 60 por ciento del éxito escolar depende de factores extraescolares, desde el desarrollo urbano, las condiciones socioeconómicas y los niveles de seguridad, entre otros temas.

Los expertos reunidos en la ciudad de México señalaron la necesidad de invertir en la enseñanza para mejorar los resultados del aprendizaje, con total reconocimiento a los contextos y a la participación de los docentes mismos.

La declaración recomienda promover estándares profesionales y certificación para los docentes, directores y administradores educacionales, considerando la inclusión de todos los estudiantes.