Asegura que el costo de la intervención militar fue de 467 mdd
sólo nos llevaría horas, dice Putin
Viernes 18 de marzo de 2016, p. 24
Moscú.
Mientras Washington y otras capitales, involucradas de una u otra forma en la tragedia siria o que dicen querer contribuir a un arreglo político, intentan determinar qué motivó al presidente Vladimir Putin a anunciar la retirada de la mayor parte
del contingente militar ruso en el país árabe –sin duda, un golpe de efecto que nadie esperaba y que puede interpretarse de diferentes maneras–, el titular del Kremlin formuló este jueves una seria advertencia.
Rusia necesita –afirmó de modo categórico el mandatario– tan sólo unas horas
para restablecer la presencia de su ejército al mismo nivel que tenía después de que el gobierno de Bashar al Assad solicitó la ayuda y no dudará en usar todos los recursos a su alcance
(incluido su arsenal nuclear, se entiende) para asegurar su permanencia en Siria.
Además, que no quepa la menor duda, Rusia seguirá bombardeando las posiciones del Estado Islámico, del Frente Al Nusra y de otros grupos considerados terroristas por la Organización de Naciones Unidas
, al tiempo que estarán en máxima alerta de combate las unidades de misiles antiaéreos SS-400 y Panshir-F, que tienen órdenes de derribar cualquier aparato que pudiera representar una amenaza desde el aire
para las bases militares rusas.
Irse para quedarse
resumió en su titular hace poco un diario ruso en relación con el comienzo de la retirada, que hoy volvió a ser noticia por la ceremonia en que el mandatario ruso condecoró a 17 pilotos que sobresalieron en la misión que les ordenó como comandante en jefe de las fuerzas armadas, la cual consistió, con ánimo de sintetizar, en 9 mil horas de vuelo (cifra oficial) para bombardear posiciones de yihadistas, y también de adversarios moderados
de Al Assad, durante 167 días.
El resultado de esa operación –de acuerdo con los medios de comunicación afines al Kremlin– no podía ser mejor, ya que Rusia alcanzó varios objetivos, entre ellos evitar por ahora el derrocamiento de Al Assad y, por extensión, ratificar que se reconozca el derecho de Rusia a tener bases militares en el país árabe con salida directa al Mediterráneo y, frente a Estados Unidos, a tener voz y voto en cualquier negociación acerca del futuro de Siria y en la geopolítica de la región.
Putin, por primera vez, dio hoy respuesta a una pregunta que empezaba a preocupar a los rusos, afectados por la crisis económica generada por la caída de los precios internacionales del petróleo, fuente principal de ingresos del país: ¿cuánto costó la misión militar en Siria?
El periódico RBK ofreció hace un par de días una estimación –38 mil millones de rublos, equivalentes al tipo de cambio de hoy a 538 millones de dólares–, que el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, consideró errónea
.
El jefe de Peskov, Vladimir Putin, ofreció hoy la cifra oficial –33 mil millones de rublos, es decir, 467 millones de dólares–, más reducida en 71 millones de dólares, pero que no toma en cuenta que el tipo de cambio cuando comenzó la operación militar en Siria era otro, y todo indica que, sin la actual devaluación del rublo, habría costado 200 millones de dólares más.
Al margen de esta polémica cambiaria, lo cierto es que entre 2 millones y medio y 3 millones de dólares costó cada día el apoyo militar ruso a Al Assad, coinciden promotores y críticos de la campaña en Siria.