El arma, de calibre 0.50, informó Departamento de Justicia
Pertenecía a un fallido programa de rastreo de armamento traficado
Jueves 17 de marzo de 2016, p. 11
Washington.
Una de las armas que según funcionarios mexicanos fue hallada en el escondite del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera está vinculada con el operativo Rápido y furioso, un fallido programa de rastreo de armas traficadas, indicó el Departamento de Justicia estadunidense.
El departamento indicó en una carta remitida al Congreso que un fusil calibre 0.50 recuperado tras el arresto de El Chapo en enero pasado fue rastreado hasta Rápido y furioso.
Los funcionarios dijeron que el fusil fue una de las 19 armas de fuego recuperadas en el lugar donde se escondía y la única que determinaron que estaba relacionada con el operativo donde el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) permitía que traficantes compraran armas con la esperanza de rastrearlas y desarticular a las organizaciones que efectuaban esa actividad.
El fusil fue comprado en julio de 2010 a través de un intermediario desconocido para la ATF en ese momento. Posteriormente el comprador fue identificado e investigado, pero nunca fue acusado formalmente. El arma no está asociada con otro crimen, indicó el Departamento de Justicia.
Un ex funcionario federal dijo que se encontraron otras cuatro armas relacionadas a Rápido y furioso en un escondite en la ciudad de Culiacán, de donde Guzmán Loera escapó de las autoridades en febrero de 2015. Fue capturado unos días después en el cercano centro turístico de Mazatlán.
El funcionario recibió información sobre el caso, pero no está autorizado a tocar el tema de manera pública, por lo que declaró bajo condición de guardar el anonimato.
En enero, la ATF informó que había recuperado 885 armas de fuego compradas por objetivos del operativo Rápido y furioso. Varias de ellas han estado relacionadas con crímenes violentos, incluida una balacera cerca de la frontera mexicana donde murió el agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry.
“La ATF y el Departamento de Justicia lamentan profundamente que las armas de fuego vinculadas con el operativo Rápido y furioso hayan sido utilizadas por delincuentes en la perpetración de crímenes violentos, particularmente en los que resultaron muertos civiles y agentes de cuerpos policiales”, señaló en una carta del 15 de marzo a líderes camerales el subprocurador general Peter Kadzik, cabeza de la oficina de asuntos legislativos del Departamento de Justicia.
La misiva fue dirigida al senador Charles Grassley, jefe republicano de la Comisión Judicial del Senado, y al representante del mismo partido, Jason Chaffetz, quien encabeza la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes. El envío de la carta ocurre después de una solicitud de información sobre si se habían localizado armas vinculadas al operativo en el escondite de Guzmán.
Después de escapar de una prisión en México, el año pasado, El Chapo fue recapturado en enero en el estado de Sinaloa, después de huir de la casa donde se ocultaba.
En un principio, los funcionarios mexicanos presentaron ocho fusiles para ser rastreados que, dicen, fueron recuperados de la casa en Sinaloa donde Guzmán fue capturado. Ninguna de esas armas fue vinculada con Rápido y furioso, indicó el Departamento de Justicia.
Posteriormente, funcionarios policiales mexicanos también pidieron el rastreo de otros 11 fusiles que, dijeron, fueron confiscados en la misma casa.