Francisco Toledo presenta ese libro, del que ya existía la versión en zapoteco
Miles de ejemplares se llevarán a las zonas de esa comunidad de hablantes, adelanta el pintor
Jueves 17 de marzo de 2016, p. 6
Oaxaca, Oax.
El fundador del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (Iago), Francisco Toledo, presentó ayer la edición de Las fábulas de Esopo traducidas a cuatro variantes de la lengua mixteca, pues ese texto ya se había vertido a cuatro variantes del zapoteco.
En conferencia de prensa, el pintor y activista social estuvo acompañado por los traductores Domingo Cruz Salvador, de Santa María Zacatepec, quien se especializa en mixteco-tacuate, y Silvia Bautista Aguilar, de San Agustín Tlacotepec, hablante del mixteco, y del lingüista Michael Swanton.
Toledo, también fundador de Editorial Calamus, que publicó los ejemplares de las fábulas, refirió que estos libros serán repartidos en las cuatro zonas que se han trazado en la Mixteca, de acuerdo con cada variante. Cada comunidad recibirá 2 mil 500, pero de ser necesario podrán proporcionarse más.
El artista añadió que tras la traducción al zapoteco y ahora al mixteco, Calamus –con apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca– continuará ese ambicioso proyecto y próximamente Las fábulas de Esopo serán traducidas al mixe, pues la finalidad es llevar es libro a todo el estado de Oaxaca, afirmó.
Por preservar lenguas maternas
Michael Swanton, director de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, del Centro Cultural San Pablo, destacó el quehacer de Francisco Toledo y dijo que con esas traducciones se busca preservar las lenguas autóctonas y sus variantes.
Se trata de un gran esfuerzo si se considera que en la actualidad el chocholteco, el ixcateco y el chontal son lenguas que están en peligro de desaparecer y nadie parece interesado en rescatarlas.
Hay más variantes que se encuentran en riesgo. Sin embargo, como hay entre 300 y 400 mil hablantes, las autoridades creen que es exagerado; lo que no se dan cuenta es que comienzan a haber generaciones de niños que no hablan su lengua natal; eso es un foco de alerta, ya que al llegar a la edad adulta la mayoría de los ahora hablantes ya habrán perecido y dejado casi extinta a esa lengua, alertó el lingüista.
Por su parte, Cruz Salvador señaló que aun cuando hay escuelas que son bilingües, las autoridades no se han dado a la tarea de enviar o preparar a profesores para que enseñen en la lengua que se habla en la comunidad en la que trabajan.
En la región tacuate, dijo, el problema es que han mandado a docentes que hablan triqui u otras variantes que no pueden interactuar con la lengua tacuate, por lo que, aunque se aprecia el esfuerzo, éste no sirve para beneficiar a la comunidad.