El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, advirtió que ninguna norma emergente de verificación será suficiente, si no se complementa con otras acciones para establecer una medida integral que de verdad pueda ser preventiva.

Insistió en que se requiere de una norma de verificación más estricta, que acaten los verificentros de los estados de México, Morelos, Tlaxcala, Puebla y Ciudad de México –integrantes de la Came–, la cual dejaría fuera de la circulación a los vehículos más contaminantes.

En conferencia de prensa, el mandatario capitalino deslindó de toda responsabilidad a la Suprema Corte de Justicia de la Nación del incremento de vehículos, ya que los ministros sólo resolvieron que no se podía realizar la verificación tomando en cuenta el modelo del carro, pero la responsable de establecer una norma más estricta de verificación es la Came.

Mancera Espinosa expuso que entre las acciones complementarias que se deben tomar están el revisar qué se va hacer con la refinería de Tula –ya que los gases que se emiten en ésta son altamente contaminantes– y con el transporte de pasajeros y de carga que es visiblemente contaminante en todo el valle de México.

Todos tenemos que cooperar, esto es un tema de salud pública, apuntó, e instó a la Came a avanzar hacia medidas preventivas, efectivas y eficaces.

Admitió que ninguna medida será popular, lo digo por experiencia propia con el Hoy no circula, pero cuando se tienen que tomar se toman, ya lo hemos hecho.

Negó que haya un distanciamiento en su relación con el presidente Enrique Peña o con el gobernador mexiquense Eruviel Ávila. El Gobierno de la Ciudad de México seguirá trabajando de manera coordinada con quien haya que hacerlo y con quien quiera coordinarse, no podemos obligar a nadie, enfatizó.

Con relación a la decisión del estado de México de ya no de recibir desde el martes las 8 mil toneladas de basura que a diario enviaba la Ciudad de México y que depositaba en cuatro rellenos sanitarios, el jefe de Gobierno consideró que esto no generará una gran afectación, ya que su administración trabaja con las plantas de transferencia de residuos sólidos desde hace tiempo, como parte del programa de Cero Basura.

Comentó que si el cierre de los rellenos sanitarios lo hubieran tomado hace tres o cuatro años, entonces hubiera sido más complicado para la Ciudad de México. Qué bueno que se terminen los tiraderos al aire libre, eso puede ser muy benéfico no sólo para las ciudades, sino para todo el país, concluyó.