El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) presentó ayer el protocolo para atender la violencia política contra las mujeres, con el fin de prevenir actos y acciones contra ellas, evitar daños mayores contra víctimas y generar una adecuada coordinación entre las instituciones responsables de combatir este tipo de ilícitos.

El presidente de la sala superior del TEPJF, Constancio Carrasco Daza, aseveró ante el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova; el titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), Santiago Nieto Castillo; la secretaria ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Marcela Eternod, y funcionarios de la Secretaría de Gobernación que en México la violencia estructural constituye un riesgo diario para las mujeres y un obstáculo que le impide actuar con libertad.

A pesar de los avances en la sociedad y en el orden jurídico hacia la igualdad sustancial, la violencia persiste contra las mujeres en los ámbitos familiar, social, económico y político, lo que imposibilita el cabal ejercicio de sus derechos humanos.

Carrasco mencionó el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Morelos, Gisela Mota, y la agresión sexual a la joven periodista Andrea Noel, el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

La magistrada Carmen Alanís, una de las impulsoras del protocolo en el que participan además del TEPJF, la Fepade, Inmujeres, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República (PGR), subrayó que el protocolo responde “a una realidad que no queremos: las mujeres nos seguimos enfrentando a estructuras que obstaculizan el ejercicio de nuestros derechos en condiciones de igualdad.

Ejemplificó casos de esta violencia: en el proceso electoral de la gubernatura de Sonora 2015, en puentes peatonales de las principales calles de la ciudad de Hermosillo aparecieron dos mantas con mensajes en contra de las mujeres. Una de ellas mostraba la silueta de una embarazada con la frase: las mujeres como las escopetas, cargadas y en el rincón. La otra manta contenía una foto con dos piloncillos: la panocha en las coyotas, no en palacio.

Ambas mantas, subrayó la magistrada, aludían a estereotipos del papel que se busca imponer a las mujeres: estar en casa y de ninguna manera involucrarse en asuntos políticos.

Lorenzo Córdova manifestó somos la primera vía de garantía para poder inocular la violencia política en contra de las mujeres y el cumplimiento de las reglas obligatorias en materia de igualdad.

Nieto Castillo señaló que en 2015 detectaron 38 casos de violencia política de género. Dijo que es necesario avanzar en tipificar no sólo este tipo de agresión, sino también el hecho de pensar que todos los esfuerzos institucionales van a estar encaminados a la transición del sistema penal tradicional al sistema procesal penal acusatorio.