Integrantes del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (Sinja) denunciaron que los trabajadores del Valle de San Quintín están siendo acosados por sindicatos corporativos para obligarlos a que firmen con sus gremios charros y de protección, y los pretenden engañar diciéndoles que ellos consiguieron los aumentos salariales, además de que los hacen suscribir contratos en blanco.

En un informe que presentaron ante la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), estos representantes anunciaron que el 17 de marzo se conmemorará el primer aniversario del paro laboral que hizo visible las condiciones de esclavitud moderna asalariada en que viven los jornaleros.

Los jornaleros realizarán una caravana por toda la región de San Quintín y llevarán a cabo el primer Gran Encuentro de las dos Californias, que reunirá a trabajadores campesinos mexicanos de ambos lados de la frontera.

Hicieron ver que en la región hay todo un programa contra este sindicato independiente, y en cambio los patrones se encuentran en alianza con gremios de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y de la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM) para presionar a los jornaleros a adherirse a los mismos, y los amenazan con despedirlos.

Este sindicato rechazó este tipo de estrategias usadas en contra de los más de 80 mil jornaleros de la zona, a los que ni siquiera les entregan copia de los contratos que firman.

Son engaños para los trabajadores, quieren maquillar el problema. Sin embargo, agregaron que se están desenmascarando esas mentiras, y que se seguirá visibilizando la explotación laboral que se vive en Baja California.

Los representantes también denunciaron que la empresa Berrymex, que es una de las más grandes de la región y socia de la trasnacional Driscoll’s otorga un incremento a los trabajadores, a fin de que sus salarios lleguen a 225 pesos diarios; y en otras compañías se elevó la jornada a 200 pesos, como una estrategia para decir que ya se cumplieron con los acuerdos pactados con este sector.

Además, los presionan para que no participen en el aniversario de la huelga en San Quintín, sin embargo, no van a poder parar esta movilización. Por último llamaron a defender el Sinja que nos costó sangre, cárcel y lágrimas, y cuyo contrato tiene que ser impulsado en la región para hacer a un lado al sindicalismo de protección.