Guadalajara, Jal.

En la competencia de largometraje documental de la 31 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) se proyectó El paso, dirigido por Everardo González, filme que tuvo buena acogida entre la crítica y el público, con funciones llenas.

En entrevista con La Jornada, González informó que está planeando una serie de funciones en abril en los estados de Texas y Chihuahua; además, voy a iniciar un circuito académico en el sur de Estados Unidos.

Dijo que emprenderá estas acciones, “porque El paso trata el tema del asilo político y es ahí donde están la mayoría de los desplazados mexicanos. Dentro de la Universidad de Texas, por ejemplo, hay departamentos dedicados al asilo político.

“Aunque lo más importante –mencionó González– es que la película resulte útil en algún momento. No me interesa si es exitosa o tiene cierto reconocimiento, lo que deseo es que quede como un retrato de nuestro tiempo, que dentro de unos años sea apreciada y se use para discusiones básicas, como el de las libertades acota-das ya asumidas y asimiladas; la subordinación de los medios al dinero –la gran diferencia que existe entre los públicos y los gubernamentales; los cierres de medios incómodos por falta de publicidad; el pacto que se firmó con Felipe Calderón, y la imposibilidad de hablar con libertad de lo que sucede en este país.

“Espero que El paso sea un trabajo que sirva para que en el futuro inmediato se discutan estos temas”, concluyó el también director de Los ladrones viejos.

Margarita

Otro de los documentales sobresalientes en la competencia oficial es Margarita, dirigido por Bruno Santamaría, que narra la relación que entablan una aristócrata pordiosera de un barrio de la Ciudad de México y el joven cineasta. Poco a poco el misterio del origen de la elegante indigente se comienza a develar.

A pregunta expresa de La Jornada, Santamaría mencionó: “Tengo 12 años de conocerla, pero desde hace tres comencé a filmarla. La primera vez que la tomé me dijo: ‘Esa es una cámara Panafilm’, que ella ya conocía, ahí supe que tenía una película y este hecho fue determinante; porque antes, cuando veía a Margarita, me daba miedo y angustia”.

El joven realizador mencionó que hubo un segundo click: “Fue cuando mi papá me dijo que la había visto en una película y que ella fue actriz. Hace unos 10 años se me acercó a pedirme dinero, me preguntó mi nombre, comenzamos a platicar y me agarró confianza, al grado que una vez tocó el timbre de mi casa y me pidió entrar porque le asustaban los cohetes del 15 de septiembre. Terminamos sentados en el comedor, con una plática de lo más normal y ahí fue cuando sucedió lo de la cámara. Es una persona que escucha genuinamente y claro que hemos compartido muchas cosas”.

Se le preguntó al cineasta si ahí radica la fascinación del personaje, moverse entre la cordura y la locura: “Claro, esa fue una de las cosas que me enganchó desde el principio: sus límites nunca han dejado de sorprenderme. Al contrario de lo que pareciera, Margarita es un retrato honesto de una mujer y algo muy poco caricaturizado de lo que puede ser la locura”.

Derecho de playa

Con el documental Derecho de playa, dirigido por Jorge Díaz Sánchez, concluyeron las proyecciones de cintas dirigidas y producidas en Jalisco por el 31 FICG.

La película es la opera prima del tapatío Jorge Díaz, quien comentó: Comenzamos este trabajo cuando cerraron una de las playas en Careyes y ahí conocimos a don Rodolfo de quien documentamos, en un cortometraje, su vida y su oficio de pescador. Ahí nos encontramos con que los pescadores de Jalisco se están viendo amenazados con la privatización y decidimos hacer un largometraje.

Sin embargo, reconoció que aunque en principio la película estaba pensada para denunciar, con el paso del tiempo y conforme avanzó la filmación, él y su equipo se dieron cuenta que sin un antagonista la historia era densa y poco poderosa.

Por su parte, Cristina Alfaro, guionista del filme, mencionó: Durante meses tratamos de llevarlo como un documental de denuncia, pero quienes están privatizando las costas de Jalisco no estuvieron dispuestos a participar, fue cuando entendimos que lo importante era mostrar el oficio y la simpatía de los pescadores.