La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y las agrupaciones de Sin maíz no hay país expresaron satisfacción por la orden dirigida a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para que se abstenga de otorgar permisos de liberación o siembra de maíz genéticamente modificado hasta que se resuelva en definitiva el juicio colectivo promovido por científicos, especialistas y campesinos.

Se ganó una nueva batalla legal para preservar el cereal más importante en la alimentación de millones de personas, resistente al cambio climático y el más versátil, dijo Adelita San Vicente, de Semillas de Vida, sobre la determinación del segundo tribunal unitario en materia civil y administrativa, encabezado por el magistrado Benjamín Soto Sánchez.

Es un triunfo de los campesinos e indígenas que siguen preservando las semillas de maíces criollos, a pesar de las difíciles condiciones económicas y sociales que afrontan. Se trata de un nuevo revés contra las empresas que promueven los cultivos transgénicos. Con la decisión del juez empieza realmente el proceso de la demanda colectiva promovida por científicos, especialistas y campesinos, añadió.

René Sánchez Galindo, abogado de quienes interpusieron dicha demanda, apuntó que los resultados de las siembras experimentales que se otorgaron en 2009 nunca fueron objeto de escrutinio público.

Con la sentencia judicial es posible evaluar mensualmente si se cumplen las medidas de contención y su eficacia, por lo que el juez de oficio podrá revocar los permisos experimentales que estén vigentes.

Explicó que además los transgénicos que pretendan sembrarse experimentalmente y que utilicen el herbicida glifosato estarán sujetos a control judicial y de los científicos que interpusieron la demanda colectiva.

Además, con la resolución del segundo tribunal unitario se revoca la decisión del juzgado federal décimo segundo de distrito en materia civil, que en agosto del año pasado negó la suspensión definitiva de siembra de transgénicos.

Éstos no pudieron sembrarse debido a la impugnación interpuesta por la Colectividad del Maíz en contra de la decisión de dicho juzgado. Ahora, con el nuevo fallo legal, la medida precautoria de suspensión es definitiva hasta que se resuelva el juicio colectivo o algún juicio de amparo, acotó el abogado.

Este año se cumplen dos décadas de la lucha emprendida por diversas agrupaciones sociales y científicas para evitar la siembra de maíz transgénico. En julio de 2013, científicos y defensores de derechos humanos –Antonio Turrent Fernández, Víctor Manuel Toledo, Julio Glockner, Narciso Bassols, Raúl Hernández Garciadiego, Miguel Concha Malo, Luciano Concheiro y Patricia Moguel– interpusieron la demanda colectiva en contra de Monsanto, Syngenta, Pioneer Dupont y Dow AgroSciences, así como contra la Sagarpa y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Durante ese lapso han recibido un centenar de impugnaciones por el gobierno federal y las empresas trasnacionales; se han interpuesto 22 juicios de amparo, 17 resueltos en tribunales federales, incluyendo la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.