Matrimonios adolescentes
¿Prohibición o visión de futuro?
Reacciones en puerta
l gobierno de esta ciudad ha decidido dar un muy importante paso en favor de los derechos de las niñas y los niños que la habitan. Aquí no se permitirá el matrimonio antes de los 18 años.
Desde hace más de un año sabemos, y se ha publicado, que existe un aumento en el nacimiento de niños cuyas madres son menores de edad, y se puede señalar también que más de 5 por ciento de los abortos que se han realizado en la Ciudad de México desde que es permitido (2007) han sido a mujeres de entre 11 y 17 años de edad.
Las consideraciones del gobierno de Miguel Ángel Mancera para establecer la prohibición tienen que ver, entonces, con los resultados de esos matrimonios que, aunque no lo parezca, impactan a la sociedad capitalina de muy diferentes maneras, sobre todo porque hay índices que advierten que el fracaso de esas uniones va en aumento y significan conflictos que van desde conseguir empleo hasta la discriminación.
De cualquier forma, es muy probable que la respuesta a esta medida sea la unión libre de quienes así lo desean, sobre todo si no hay una intensa campaña que informe lo que significa, en todos los ámbitos, un matrimonio entre quienes no han cumplido –cuando menos uno de ellos– 18 años.
De esa manera, la mejor forma de lograr que esos matrimonios no ocurran es, como decíamos, la información. Se requiere hablar de empleo, de salud y hasta de la frustración que acarrea el matrimonio entre menores. Desde luego, con esto que decimos generalizamos, y es necesario advertir que también hay uniones entre menores que logran formar familias estables.
Pero con todo y la bondad que subyace en la prohibición, esta no es más que eso: una prohibición, que además de acompañar un problema social cada vez más importante también tiene un impulso públicamente manifiesto de la Organización de Naciones Unidas, pero no ha calado en la conciencia de muchos habitantes de esta ciudad.
Lo mejor, sin duda, es tratar de difundir las razones de la medida, para que deje de ser una prohibición en la ciudad de las libertades. Esto porque estamos seguros de que mujeres y hombres de esta capital harán suya la idea, siempre que se les explique hasta dónde ha impactado a nuestra sociedad ese tipo de circunstancias.
De cualquier forma, la medida resulta muy valiente si vemos de frente un año en el que la lucha electoral se convierte en algo cotidiano, y esto porque los políticos con aspiraciones regularmente prefieren no abrir flancos de batalla que no pudieran controlar a plenitud, y la medida de Mancera, desde luego, causará mucha polémica entre la población.
No obstante, dejar pasar para no hacer peligrar futuros sólo nos habla de posponer el problema, que seguirá allí y estallará en la cara de quienes traten de ignorarlo. Por eso, la medida resulta hoy de la mayor importancia para el futuro, y tener miedo a ejercerla ofrece una cara de político al que no estamos acostumbrados. De esa manera, lo que queda es esperar las reacciones que seguramente estarán ligadas a ciertos intereses que no deben afectar las decisiones del mandatario.
De pasadita
Ya hay 50 personajes de esta ciudad que desde la independencia de los partidos políticos tratarán de ocupar una de las diputaciones que construirán la constitución de la capital del país. Todos han cumplido con los requisitos de la autoridad electoral; ahora les toca recabar más de 70 mil firmas de apoyo, que son casi imposibles de reunir, según el tiempo que se tiene para hacerlo, pero cuando menos lo van a intentar. Suerte.
