La ONG internacional Defensores de Primera Línea (Front Line Defenders-FLD) mantiene una campaña de visibilización de líderes ambientalistas y de derechos humanos en riesgo en sus respectivos países. La hondureña Berta Cáceres aparecía, hace algunos días, entre los siete en situación de mayor riesgo, con la etiqueta de amenazada. Hoy han tenido que actualizar su situación: Asesinada.

Una semana antes, Cáceres había denunciado el asesinato de otros cuatro líderes lenca de su comunidad.

En su reporte de 2016, la organización informa que el año pasado fueron asesinados 156 defensores de derechos humanos en 25 países monitoreados. De éstos, 87 ocurrieron en América Latina. En México hay una lista de ocho activistas muertos, entre ellos el fotoperiodista Rubén Espinosa y Nadia Vera. Colombia es el país donde más ataques ocurrieron en 2015, con 52 activistas asesinados. En Brasil fueron ocho, siete en Honduras y seis en Guatemala.

Los sectores que estuvieron en mayor situación de riesgo fueron los pueblos indígenas y los defensores de los derechos de la tierra y el medio ambiente. Éstos comprendieron 41 por ciento de los asesinatos en la región. Los activistas también fueron víctimas de hostigamiento judicial, ataques físicos, amenazas, intimidaciones y campañas de descrédito.

El mayor número de víctimas se cuenta entre las organizaciones opositoras a los llamados megaproyectos, en particular en aquellos donde están involucradas empresas mineras. Los defensores asesinados eran destacados promotores de información sobre el impacto negativo de los corporativos mineros y denunciaban la falta de procesos de consulta e información previos a la intervención de las obras.

La campaña del FLD está dirigida a proteger gente común que trabaja bajo fuerte riesgo personal por defender los derechos de su comunidad. Se titula Defiende a uno, protege a miles.

Entre los siete líderes se destaca el sonorense Mario Luna. Autoridad tradicional de Vicam, y vocero de la tribu yaqui. Fue liberado el 23 de septiembre del año pasado después de permanecer preso más de un año.