El proceso electoral del 5 de junio representa para el PRI una fuerte competencia, particularmente en Veracruz, donde ha aplicado una estrategia de abierto deslinde de la gestión del cuestionado gobernador Javier Duarte, señalaron académicos.

Parte de la estrategia, explicó un operador de Nueva Alianza, es que este partido, junto con el PVEM, como aliados del tricolor, refuercen el trabajo territorial para retener la gubernatura.

Según un análisis del Partido Verde, este instituto político pasó de 80 mil a 190 mil votos en 2015 en el estado, lo que representa un crecimiento por encima de la media nacional.

Tras aquellos comicios, apuntó que “la nueva geografía electoral de Veracruz coloca a sus diputados federales como activos sociales y políticos, con la responsabilidad de acrecentar la fuerza verde en próximas elecciones”.

Dentro del tricolor –de acuerdo con el operador del Panal–, la encomienda para los delegados del partido, Jesús Medellín, estatal, y Manuel Cavazos Lerma, regional, es reagrupar al priísmo, porque están en un proceso altamente competitivo frente al candidato del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes.

El secretario de acción electoral tricolor, senador Arturo Zamora, explicó que la coalición de esos dos partidos ha provocado mayor competencia, pero también ha abierto flancos a sus opositores, y los colocan en riesgo de perder tres de las cuatro gubernaturas que ganaron en 2010: Oaxaca, Sinaloa y Puebla.

En entrevista, recordó que en los comicios del año pasado el PRD no ganó ni un distrito en las dos últimas entidades, y el PAN tampoco lo logró en Oaxaca y Guerrero, pero con sus alianzas, agregó, esos dos partidos provocaron daño en sus bases.

Consideró que como en el actual proceso electoral están adoptando candidatos de origen priísta, es evidente que el resultado no va ser mejor. Los del PRD en particular, sostuvo, están abonando a su propia extinción.

Zamora afirmó que los priístas van por la mayoría de los triunfos, y rechazó que su partido negocie gubernaturas. Lo que sí sería muy sospechoso es que el PRD no designara candidato en Puebla, si no va en coalición con el PAN.

Por su parte, el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana, Martín Aguilar, resaltó que Veracruz llega a un proceso electoral con alto deterioro económico, social y político que en el PRI están valorando.

Mencionó que aunque en el tricolor hay una campaña de distanciamiento del gobernador, también se advierte la posibilidad de meter muchos más recursos para replicar la dinámica de compra de votos.

Ivonne Acuña Murillo, experta en el sistema político mexicano de la Ibero, señaló que el proceso, aunque será muy reñido entre PRI y PAN, porque el PRD no tiene presencia en el estado, al final la gubernatura se quedará en la familia Yunes.

Indicó que para el PRI el costo de lo que representa Javier Duarte es muy alto. No obstante, destacó que los priístas, a diferencia de otras fuerzas políticas, siempre son capaces de anteponer los intereses del partido a los de grupo y personales para quedarse con el mayor número de gubernaturas. Además, sostuvo, saben hacer alianzas. Un ejemplo de esto, dijo es que ya tienen un nuevo partido satélite, en referencia el PT.