Angkor Wat, maravilla arqueológica
ngkor Wat, en la provincia de Siem Riap, de Camboya, es considerado el mayor monumento religioso del mundo y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del planeta.
Es la imagen del reino de Camboya y se encuentra impreso en su bandera, billetes y monedas de cambio.
Es un complejo de templos hindúes que se convirtieran después en budistas, cuando el khmer –castellanizado como imperio, jemer– cambió la religión oficial entre los siglos nueve y 13.
Las ruinas se ubican en 200 kilómetros cuadrados, rodeadas de bosques, y desde 1992 son patrimonio de la humanidad.
Fue la capital del imperio Jemer que dominaba Camboya, parte de Laos y Tailandia del siglo nueve hasta el 15.
Según investigaciones, Angkor fue la mayor ciudad preindustrial del mundo.
En el hinduismo, la concepción del rey como deidad llevó a los gobernantes angkorianos a dejar testimonio, fue así que cada uno hasta el siglo 14 construyó su propio templo, lo que se extendería por kilómetros a la redonda, siendo hoy el más grande complejo religioso del mundo.
Angkor Wat es el templo principal y mejor conservado. Construído como mausoleo del rey Suyavarman II (1112-1152) y en honor al dios indio Vishnu –el conservador– Angkor Wat tuvo las funciones de mausoleo para guardar las cenizas del mandatario y como templo hinduista.
La experiencia resulta indescriptible. Es acceder a la inmensidad de los templos por frondosos bosques y exhuberante vegetación, donde macacos pasean por las ruinas y muros de los templos, que en cientos de metros de relieves cuentan la historia, creencias y leyendas del imperio Jemer.
Alia Lira Hartmann, corresponsal