San Sebastián.

Por primera vez en la historia de España, un miembro de la casa real testificó como imputado ante un tribunal, en un proceso transmitido por televisión a todo el país. Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe VI, se convirtió este jueves en la única integrante de la nobleza europea en responder ante un tribunal por diversos delitos fiscales, por los cuales la acusación particular exige una pena hasta de ocho años de cárcel.

La acusada respondió sólo a las preguntas de su abogado y defendió la inocencia de su marido Iñaki Urdangarin. Reiteró que ella estaba al margen de la contabilidad de la empresa de la que su esposo era dueño al 50 por ciento. Sostuvo que dicha compañía contó en todo momento con la supervisión de los funcionarios de la casa real en su contabilidad familiar y societaria.

Cristina de Borbón testificó como imputada ante el juzgado de Palma de Mallorca que investiga la trama de corrupción político-empresarial liderada por Urdangarin para sustraer fondos públicos por más de 6 millones 200 mil euros. Sin embargo, ella es investigada por dos delitos fiscales presuntamente cometidos entre 2007 y 2008, y que implican un desfalco por unos 350 mil euros.

Urdangarin creó dos empresa: el Instituto Nóos y Aizoon para gestionar millonarios recursos que conseguía a cambio de contratos públicos, la mayoría procedentes de las administraciones de Valencia, Islas Baleares y Madrid. Cristina de Borbón optó por su derecho a no responder a las preguntas de los abogados de la acusación y sólo respondió a los cuestionamientos de su defensor durante 67 minutos, en los que se desvinculó de la administración contable y de la gestión diaria de la empresa creada por su esposo.

Insistió en que su marido ha estado bien asesorado, en alusión a las afirmaciones de Urdangarin de que en todo momento altos funcionarios de la casa real supervisaron sus finanzas, entre ellos Antonio García Revenga, además de los asesores financieros de su consorcio.

Mi marido se encarga de las cuestiones económicas de la familia y yo de la agenda del hogar y de las cuestiones de representación institucional de la casa real, señaló la acusada al insistir en que ella no participó en la gestión diaria de Aizoon y del Instituto Nóos, ni siquiera de lo relacionado con el contrato de su servicio de limpieza, que al parecer se utilizó para reducir su carga fiscal.

Al preguntarle por qué formó parte de la constitución de Aizoon, sociedad que comparte al 50 por ciento con su esposo, señaló: me lo pidió mi marido y acepté. También negó tener cuentas bancarias en paraísos fiscales y aseguró que sólo tiene una en Suiza, donde reside actualmente.

Tanto Cristina como Urdangarino solicitaron hacer uso de su derecho a no asistir al resto de las vistas orales, por lo que ya no estarán presentes en la sala, al menos hasta que se cite a todos los imputados para dictar sentencia.