De los pequeños jacales, levantados a golpe de pico y pala, el Pedregal de Santo Domingo pasó a las autoconstrucciones de cemento sin planeación urbana, lo que ha generado un caos en la colonia, donde las familias viven hacinadas, enfrentan problemas de adicciones entre los más jóvenes y la ocupación del espacio público es la causa de disputas diarias, como advirtieron sus moradores.

A casi 45 años de su fundación, Fernando Díaz Enciso, del Centro de Artes y Oficios Escuelita Emiliano Zapata, expresó que ante este escenario han retomado la lucha que sostuvieron durante años para convertir una parte del espacio de La Cantera, que comparten con la Universidad Nacional Autónoma de México, en un parque ecológico y escultórico, que después de la cancelación del proyecto Ciudad del Futuro, podría extenderse hasta el predio que ocupa la planta de asfalto.

Esta sería una alternativa para contar con un área verde entre más de 2 millones de metros cuadrados de concreto en la que vivimos, afirmó durante un recorrido por el parque El Copete, donde muestra que La Cantera cuenta con dos túneles que conectan ambos terrenos.

Lo que se propone es que se haga una recuperación ecológica y del paisaje, se creen senderos para peatones y para andar en bicicleta, que haya viveros, talleres de educación ambiental, agricultura urbana, que sirva para el disfrute y la recreación de la comunidad de Santo Domingo y de la población en general, que ignora que existe este espacio, porque no está abierto al público, expuso.

Julio Hernández, colaborador de la Escuelita Emiliano Zapata, destaca que hasta ahora la onda verde que se promueve desde el gobierno capitalino, se ha visto como un negocio, ahí están los muros, las azoteas verdes, Ecobici, que sólo favorecen a la iniciativa privada, pero no se han metido a la verdadera sustentabilidad y a las comunidades que lo requieren.

Guadalupe Mendoza, también colaboradora del Centro de Artes y Oficios, indicó que lamentablemente en el Pedregal de Santo Domingo los jóvenes están inmersos en las adicciones, y pese a contar con la UNAM a un lado, son pocos los que acceden a la máxima casa de estudios. Viven aquí muchos universitarios, pero son los que vienen de provincia y rentan cuartos.

El hacinamiento ha provocado un ascenso en la violencia intrafamiliar, que también hay que atender, apuntó.

Díaz Enciso refiere que la propuesta de hacer un parque ecológico y escultórico viene de los años 90, cuando incluso se firmó un convenio con la UNAM y la delegación Coyoacán, que no se logró concretar.