El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó ayer el servicio de verificación de datos de la credencial para votar, el cual podrá ser utilizado por instancias públicas y privadas, incluidos bancos y otras entidades del sector financiero.

Este servicio permitirá verificar la coincidencia de datos y autentificar las huellas dactilares. Lo anterior forma parte de la estrategia para evitar fraudes por suplantación de identidad en las transacciones realizadas por Internet, principalmente.

El consejero Enrique Andrade precisó que el año pasado cerca de 59 mil ciudadanos fueron víctimas del delito de robo de identidad, mediante cobros no autorizados en tarjetas de crédito y contratos bancarios e hipotecarios, incluso fiscales.

Al mismo tiempo, el sistema fortalece la credencial para votar como mecanismo de identidad oficial de los mexicanos, ante la ausencia de la emisión de la cédula de identidad ciudadana por el gobierno federal, se lee en el documento aprobado. El servicio se dará mediante la autorización expresa del ciudadano.

El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, subrayó que este servicio no significa que las instancias externas tengan acceso a datos del padrón electoral o que se entregue a terceros.

El INE cuenta con una base de datos multibiométrica con más de 85 millones de registros de mexicanos y es el principal medio de identificación oficial con fotografía.

Debo subrayar de manera enfática que este servicio en ningún momento, repito, en ningún momento, permite a las instituciones solicitantes acceder a la base de datos del padrón ni de la lista nominal, circunstancia que ha sido validada y verificada por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

Con ello, agregó, el INE contribuye a posicionar el uso de la credencial como medio de identificación por excelencia, para que en el futuro se consolide de manera definitiva como documento de identidad de las y los ciudadanos mexicanos.

La credencial para votar tiene casi 25 años de existencia y, ante la ausencia de una cédula, ha fungido como mecanismo de identidad al que por ley tienen derecho los mexicanos.

El propósito del servicio únicamente indicará, de manera afirmativa o negativa, si la información de las credenciales presentadas ante las instituciones corresponde con la que tiene el INE en la base de datos del padrón electoral.