Moscú.

La presentación de Una amenaza para Rusia, informe acerca del controvertido líder checheno, Ramzan Kadyrov, elaborado por el opositor Ilia Yashin, terminó este martes de manera abrupta, por una supuesta amenaza de bomba que obligó a desalojar el edificio a insistencia de la policía.

Poco antes, un espontáneo interrumpió las palabras de Yashin al irrumpir en el salón de la sede del partido político PARNAS –donde se llevaba a cabo la presentación– y lanzar a la cara del autor del informe un fajo de billetes falsos de dólar.

Por la mañana de este martes, desde temprano, el propio Kadyrov difundió en las redes sociales rusas el texto completo del informe que iba a ser presentado: Lo anuncian como algo sensacional y su autor lo va a presentar hoy en Moscú a la prensa. Para qué esperar, quien lo desee aquí lo tiene, escribió desafiante Kadyrov en su cuenta de VKontakte, equivalente ruso de Facebook.

Es pura palabrería y chisme, sentenció el líder checheno, conocido como el aliado incómodo del Kremlin por cuanto –según resume el informe de Yashin– recibió la máxima condecoración de Chechenia por combatir a los rusos, después el presidente ruso le otorgó el título de Héroe de Rusia al cambiarse de bando, mientras los asesinatos de figuras de la oposición en este país –de la periodista Anna Politkovskaya al político Boris Nemtsov– fueron cometidos por sicarios chechenos, hecho probado por la fiscalía, pero las huellas de la autoría intelectual se pierden irremediablemente en Chechenia.

También –afirma Yashin– el líder checheno se enriquece a costa de los subsidios de Rusia, saquea a su pueblo al exigir el pago de un porcentaje salarial, cuenta con una guardia personal de 10 mil hombres que sólo se subordina a él y comete atrocidades de manera impune. Por ello, asegura el opositor, las autoridades rusas no han esclarecido ningún asesinato de los enemigos personales de Kadyrov, tanto en Rusia como otros países.

Según Yashin, Chechenia forma parte de Rusia pero incumple sus leyes, Kadyrov debe presentar su renuncia inmediata y ser juzgado por delitos muy graves.

A comienzos de año, Kadyrov arremetió contra la oposición extraparlamentaria en un artículo de prensa, en el cual llamó a los adversarios del Kremlin jauría de chacales que deben ser tratados como traidores y enemigos del pueblo.

Ela Pamfilova, comisionada para los derechos humanos, instancia dependiente del Kremlin, criticó entonces esas declaraciones de Kadyrov, pues en su opinión hacen un flaco favor al presidente Vladimir Putin.

La respuesta de Kadyrov no se hizo esperar: Quienes llaman a dialogar con los chacales que sueñan con destruir nuestro Estado podrían no librarse del hedor que acompaña a los perros cobardes.

Convertido Kadyrov en una suerte de pistola que se dispara sola, hace poco publicó en Instagram una foto de Mijail Kasianov, ex primer ministro de Rusia y ahora líder opositor, bajo la mirilla telescópica de un rifle.

Era un broma, dijo Kadyrov, y días más tarde una decena de chechenos entró a gritos a un restaurante de Moscú y uno de ellos estampó un pastel en el rostro de Kasianov, quien cenaba ahí.

En ese y casos similares, el Kremlin prefiere guardar silencio en un intento de minimizar los excesos del líder checheno.

A todo esto, Kadyrov no escatimó palabras para maldecir a Iosif Stalin, quien calificó de enemigo del pueblo a todo el pueblo checheno al ordenar su deportación hace 72 años, lo que costó la vida a más de la mitad de ese grupo étnico del Cáucaso del norte, acusado de colaborar con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.