No suman la mayoría requerida; Podemos y PP votarían en contra
Miércoles 24 de febrero de 2016, p. 21
Madrid.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el emergente Ciudadanos alcanzaron este martes un principio de acuerdo
para formar gobierno, pero suman 130 escaños de un total de 350, insuficientes para lograr la mayoría que se requiere, por lo que intentarán que les se sumen otros grupos parlamentarios antes del 1º de marzo, cuando será la sesión de investidura.
A una semana de que el Congreso de los Diputados celebre la sesión de investidura más compleja de la historia reciente, Pedro Sánchez, líder de PSOE, se comprometió a llevar a cabo cinco reformas, entre ellas una constitucional, la eliminación de las diputaciones y una serie de cambios en la legislación fiscal, incluida la reducción del IVA cultural y el aumento en la tributación de las grandes empresas, hasta llegar a 6 por ciento.
El PSOE y Ciudadanos requieren del apoyo de otras formaciones, o que el conservador y hasta ahora gobernante Partido Popular (PP) y el emergente Podemos se abstengan. Estas dos formaciones anunciaron que votarán en contra.
De no formarse un gobierno se convocará a elecciones.
En paralelo, el PSOE continuó negociaciones con Podemos, Izquierda Unida y Compromis sin alcanzar un acuerdo para formar gobierno.
Podemos reiteró sus exigencias: que se reconozca el derecho a celebrar un referendo de autodeterminación tanto en Cataluña como en las otras comunidades autónomas que lo reclaman, como el País Vasco y Galicia; la vicepresidencia para su dirigente, Pablo Iglesias, quien además quiere tener competencia en prácticamente todas las áreas de gobierno, y un veto a Ciudadanos.
En otro orden, en el juzgado de Palma de Mallorca, al comparecer en el juicio del caso Nóos, Diego Torres, ex socio de Iñaki Urdangarin, esposo de Cristina de Borbón, señaló al monarca emérito Juan Carlos, al asegurar que un abogado en la casa real supervisaba las actividades de la compañía que manejaban él y Urdangarin, y que según la fiscalía se utilizó para desviar millones de euros de fondos públicos.
Dijo que Miguel Tejeiro, abogado del entonces monarca, así como los máximos responsables de la casa real, revisaban las declaraciones fiscales de la familia Urdangarin-Borbón.
Torres defendió su inocencia y afirmó: nunca he pagado a nadie dinero negro, ni lo he cobrado. No ennegrecíamos las nóminas. El 95 por ciento de lo que he oído declarar aquí es ciencia ficción
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