Nueva York.

Donald Trump ganó la contienda interna entre los precandidatos del Partido Republicano en Nevada –su tercer triunfo en los cuatro concursos hasta la fecha– y hace crecer la percepción de que su camino a la coronación como candidato presidencial es algo posiblemente imparable.

En un proceso desorganizado, hasta caótico –reportes de electores que votaron dos veces, algunos no tuvieron que presentar identificación, o que las boletas no fueron manejadas adecuadamente–, las proyecciones de varios medios fueron casi inmediatas después del cierre del proceso e indicaban que el triunfo de Trump fue con un margen definitivo, si no es que aplastante.

En una contienda que ahora no sólo es notable por la ascendencia de Trump, el precandidato insurgente entre las filas republicanas, sino por la ausencia del infante de la familia real de ese partido, Jeb Bush, quien se rindió inmediatamente después de las elecciones primarias de Carolina del Sur, el sábado pasado, todo indica que la contienda interna se ha reducido a sólo tres de los 17 que aspirantes iniciales.

Por ahora, el consenso entre observadores y analistas es que los senadores Marco Rubio y Ted Cruz son los únicos que aún podrían descarrilar el tren Trump, y ambos desean colocarse como la alternativa única al multimillonario.

Los otros dos, el gobernador John Kasich y el neurocirujano Ben Carson, ya están descartados dado su nivel de apoyo casi inexistente.

Con la salida de Bush –el candidato preferido de la cúpula republicana, que gastó 130 millones de dólares sin un solo triunfo– el senador novato Marco Rubio es ahora la última esperanza del stablishment. Rubio ahora empieza a ser beneficiado con el respaldo de figuras políticas de la cúpula y donantes que antes patrocinaban a Bush con una creciente alarma para hacer algo, o todo, para frenar a Trump.

Pero Cruz también cuenta con un formidable equipo político, y con arcas llenas de tesoro, y sigue apostando a las filas ultraconservadoras y cristianas derechistas para impulsar su campaña. Después de ganar la primera contienda interna en Iowa, aún intenta presentarse como la única alternativa a Trump, como el verdadero conservador insurgente.

Las Vegas, epicentro del estado de Nevada, no podría haber sido mejor escenario para este espectáculo. Ciudad de las ilusiones prefabricadas –donde se puede pensar que uno se vuelve rico de la noche a la mañana, que puede conquistar a todas las mujeres (mientras tenga dinero) y que está en el centro del universo entre casinos en medio de la Roma Imperial (Caesar’s Palace), París, Venecia, Egipto (Luxor), Brasil (Río) y Nueva York, entre otras, sin olvidar el casino con el nombre gigante de Trump (donde hoy hubo una protesta del sindicato porque el multimillonario ha rehusado negociar un nuevo contrato colectivo)–, ahí se puede decir y prometer todo, hacer exactamente lo contrario, y la casa gana siempre.

Al mismo tiempo, la contienda entre los republicanos continúa pareciéndose más a una bronca de secundaria, con los tres principales protagonistas intercambiando insultos a toda velocidad y por todos los medios. Cruz tuvo que correr a su director de comunicaciones después que difundió un video engañoso que mostraba a Rubio caminando y, al ver a un partidario de Cruz con una biblia en la mano, declara que ese libro no contiene muchas respuestas. Sin embargo, Rubio había comentado exactamente lo opuesto: ese libro tiene todas las respuestas, y al comprobarse, Cruz insistió en que fue un error, ya que su campaña se maneja con integridad.

Mientras tanto, Trump y Rubio no dejan de acusar a Cruz de ser mentiroso. Rubio comentó que cada día sale algo de la campaña de Cruz que es engañoso y no verídico. Trump fue, para variar, más brutal: este tipo está enfermo. Siempre muestra una biblia y miente. Cruz, a su vez, los acusa a ambos de ser mentirosos y poco éticos. Y así.

A la vez, el bully de la escuela, cuando fue interrumpido por un opositor en el público durante un acto de campaña ayer, no sólo pidió que sacaran al atrevido, sino comentó que en otras épocas a gente así la sacaban en camilla, y sostuvo: me gustaría darle un golpe en la cara, mientras sus miles de fanáticos lo ovacionaban.

Entre quién tiene más biblias y multimillonarios que desean golpear a las personas, esta pugna estilo Las Vegas ofrece algunos vistazos a los que pretenden ser el próximo líder del mundo libre.

Los demócratas

Hoy sólo contendieron los republicanos, mientras los demócratas se preparan para su próximo round en Carolina del Sur el 27 de febrero.

Hillary Clinton sigue gozando de un amplio margen sobre Bernie Sanders en los sondeos en ese estado. Pero su equipo no está tranquilo.

Por un lado, el apoyo abrumador de los jóvenes para el viejito, como algunos latinos empezaron a llamar a Sanders en Nevada, aún provoca ansias en la próxima etapa de estas elecciones internas. Por otro lado, se comprobó en Nevada que ella no goza del monopolio del voto latino y que ese podría ser un flanco vulnerable, a pesar de los pronósticos de que ganará la gran mayoría en los siguientes concursos estatales.

Eso se verá después de la contienda en Carolina del Sur, empezando con las votaciones en 12 estados programadas para el 1º de marzo, el llamado supermartes, que incluye estados como Colorado y Texas.

Clinton también está preocupada de que su dominio sobre el voto afroestadunidense de repente empiece a fragmentarse un poco, o que simplemente no se entusiasme lo suficiente para participar en las internas. Por ahora cuenta con el apoyo casi total de la cúpula política, religiosa y cultural afroestadunidense.

Pero algunas figuras afroestadunidenses destacadas (raperos, intelectuales, entre otros) invitan a la disidencia. Hoy empezó a difundirse un espot de radio en Carolina del Sur en el cual Spike Lee, el director afroestadunidense más reconocido, se proclama por Sanders y pide que ese estado despierte. Sé que saben que este sistema está manipulado. Por demasiado tiempo hemos entregado nuestro voto a títeres empresariales, afirma en la publicidad. “Y por eso respaldo oficialmente a mi hermano Bernie Sanders. Bernie no acepta dinero de empresas. Nada (dice en español)”. Recuerda que Sanders participó en el movimiento por los derechos civiles.

Por otro lado, Clinton sufrió este martes otro revés cuando un juez federal falló que debería proceder el interrogatorio bajo juramento de funcionarios del Departamento de Estado y altos asesores de Clinton sobre el caso del servidor privado de correo electrónico empleado por Clinton cuando era secretaria de Estado. Esta controversia se niega a desaparecer, y hoy día hay por lo menos tres investigaciones oficiales en curso sobre este posible escándalo –hace tres semanas el Departamento de Estado reconoció que información clasificada del más alto nivel había sido intercambiada por el servidor privado de Clinton–, que aún puede amenazar su campaña.