El Senado llamó a los congresos de 25 estados a reformar códigos civiles y otras disposiciones aplicables a fin de elevar la edad mínima para contraer matrimonio a los 18 años, sin excepción, pues actualmente se permiten matrimonios a la edad de 14 años para mujeres y 16 para hombres.

En el dictamen aprobado por el pleno se destacó que con base en información de la Red por los Derechos de la Infancia, en el país hay 388 mil niños y niñas entre 12 y 17 años que están casados o viven en unión libre, y de ese total, 31 mil 500 tienen entre 12 y 14 años.

Los senadores insistieron en que el matrimonio infantil afecta más a las niñas, pues según datos de la Encuesta Nacional de Juventud 2010, 17.3 por ciento de las mujeres se casaron siendo niñas, y datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía refieren que 6.8 millones de mujeres entre 15 y 54 años se unieron conyugalmente antes de los 18 años.

También dan cuenta de que al menos una de cada cinco mujeres entra en unión conyugal antes de cumplir los 18 años de edad, y se subraya que en las hablantes de lengua indígena las proporciones de matrimonio infantil son superiores a 40 por ciento en Chiapas, Guerrero y Veracruz.

En esos informes se resalta que 25.3 por ciento de mujeres de 50 a 54 años manifiestan haberse unido con su pareja antes de cumplir 18 años; en el grupo de 20 a 24 años, 21.4 por ciento lo hicieron antes de los 18 años, y en ese mismo grupo de edad, 3.7 por ciento se juntaron con su pareja antes de cumplir 15 años”.

Se cita en el dictamen que con base en la resolución 843 de la Asamblea General de la ONU, cuando una mujer o niña es comprometida o dada en matrimonio por sus padres, sus tutores o su familia, significa una práctica análoga a la esclavitud, dado que la unión no está basada en el consentimiento libre, como estipula la norma internacional de derechos humanos.

Asimismo, en el dictamen aprobado por el pleno se subraya que el matrimonio infantil es una respuesta a la miseria y al mismo tiempo una práctica perniciosa que mantiene a las familias atrapadas en la pobreza. Las niñas y niños casados prematuramente se sienten aislados, se les aleja de sus familiares cercanos, son sacados de la escuela y se les niega la relación con los de su edad y con su propia comunidad.

Niñas, las más afectadas

Aunado a ello, se indica, el embarazo prematuro pone a las adolescentes en riesgos más graves, incluida la muerte durante el parto, y ponen en peligro su salud y la de sus bebés.

En el dictamen se asienta que los matrimonios infantiles se reconocen cada vez más como una violación de los derechos de las niñas pues ponen fin a su e educación, bloquea todas las oportunidades de adquirir instrucción vocacional y para la vida, las expone a los riesgos de un embarazo, parto y maternidad antes de que estén aptas física y sicológicamente; aumenta el riesgo de violencia sexual y de contagio del VIH por el compañero íntimo.

Se hizo el exhorto a los congresos de Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Durango, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Baja California, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Oaxaca, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas, así como a la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.