Reed, México insurgente, de Paul Leduc, se proyectó de nuevo el jueves pasado en la Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería, luego de que la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México concluyó la restauración digital de la cinta, 43 años después de estrenada.

Bertha Navarro, productora y rescatista de la película, dijo sentir nostalgia y felicidad al ver que uno sus primeros trabajos quedará en la posteridad de la historia del cine nacional, “pues en su momento rompió con todas las narrativas fílmicas sobre los acontecimientos de la Revolución Mexicana.

La labor que tuvo la filmoteca es única para la memoria de nuestro país. La restauración está dedicada principalmente a nuestros jóvenes, quienes deberán aprender de estas historias para no repetir errores en nuestra historia, agregó Navarro, una de las alquimistas del celuloide más destacadas de México durante la presentación de la obra.

Junto con Carmen Carrera, subdirectora de difusión de la filmoteca, dijo que mientras se realizaba la cinta muchos pueblos ajenos a la producción se incluyeron en el rodaje, como en las escenas de la muerte del general y político Abraham González Casavantes.

Tal grado de realismo alcanzó el montaje que muchas personas pedían a algunos personajes, como al general Francisco Villa, representado por el escritor Eraclio Zepeda.

Albino Álvarez, subdirector de rescate y restauración de la Filmoteca, apuntó que uno de los principales retos para la rehabilitación del filme fue el audio, ya que cuando se rodó no existía ingeniería en sonido suficiente para realizar una buena producción, y se implementaron grabaciones directas con micrófonos convencionales.

La cinta llegó a la filmoteca en 2010 por una donación de los productores; Navarro, entre ellos. Su restauración se hizo con apoyo de la Filmoteca Real de Bélgica, para lo cual se contó con la versión del corte del director, cuya duración pasa de 105 a 124 minutos.