Río de Janeiro.

El jalisciense Rodrigo Diego López aportó la cuarta plaza olímpica para los clavados de México en la Copa del Mundo de Río de Janeiro, en una jornada donde Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez terminaron en la quinta y décima posición, respectivamente, en plataforma individual.

López alcanzó la cuota en el trampolín de tres metros y avanzó a semifinales con puntuación de 413.70, en el peldaño 13 de 14 clasificados, mientras el campeón panamericano, Rommel Pacheco, quien ya tiene el lugar asegurado a la cita veraniega, pasó en el segundo lugar (463.15).

Fue mi primera competencia de alto nivel y me sentí un poco nervioso, pero bien en general. Creo que tuve buena actuación, aunque los jueces me castigaron un poco porque no me conocen, pero vamos por buen camino. Lo importante era asegurar el boleto olímpico para México y este lunes disfrutaré la competencia, esperando avanzar a la final, declaró Rodrigo.

Por su parte, Orozco, quien la víspera aseguró el pase para la cita de agosto próximo en este mismo escenario, totalizó 331.00 puntos, y Agúndez contabilizó 289.55, en una final que se realizó bajo una ligera lluvia, lo que no impidió la majestuosa demostración de la china Ren Quian, un día después de cumplir 15 años de edad.

Quian dominó de principio a fin la prueba y cerró con una ejecución sublime para que los jueces otorgaran la calificación perfecta y culminar con 454.65 unidades, mientras su compatriota Si Yajie quedó segunda (412.80) y la australiana Melissa Wu, tercera (380.50). La malaya Pandelela Rinong (350.50) perdió el bronce por un error y terminó en cuarto lugar.

La final varonil en sincronizados 10 metros debió suspenderse momentáneamente por la fuerte lluvia, por lo cual los mexicanos Germán Sánchez e Iván García decidieron retirarse en la cuarta ronda para no arriesgarse, en una prueba en la que ya están clasificados desde el Mundial de Kazán 2015.

Hasta el momento van nueve plazas olímpicas en total para los clavados de México, conseguidas en varias competencias.

En Bélgica, hubo un logro histórico en esgrima, con el pase a Río del equipo femenil de sable, integrado por Paola Pliego, Tania Arrayales y Julieta Toledo, en la Copa del Mundo de la especialidad.

Las mexicanas completaron el torneo de manera positiva tanto individual como de forma colectiva, pues superaron 45-44 a China, después cayeron 19-45 ante Rusia y con esto quedaron entre las ocho mejores de la competición.

Al final de la contienda, las tricolores sumaron 26 unidades (novenas), mientras el sitio de honor quedó en poder de Rusia, con 64; seguido de Francia, con 52, y de Ucrania, con 40.

El equipo nacional ganó el boleto olímpico al ubicarse como el segundo mejor conjunto de América. Estados Unidos sería el número uno, pero como está entre los primeros cuatro del mundo, el pase se recorrió para México.

El trabajo va más allá de nosotras, todo empezó con un proyecto de la federación y de Luis Álvarez, quien es nuestro entrenador, pero esto no es de un día para otro, es de cuatro años. Es muy difícil mantenerte entre las primeras 10 de la clasificación, señaló Toledo.

La bajacaliforniana sostuvo que fue un logro importante para esta disciplina en su país, además de que junto con sus compañeras se concentraron en lograr el objetivo.

Estamos muy felices por lograr el pase a Juegos Olímpicos; tanto sacrificio y dedicación por fin dio frutos y se logró la meta, comentó Arrayales, líder mundial en la categoría juvenil.