La operación para salvar a cuatro de siete consejeros involucrados en un fraude electoral en Chiapas mostró a un Instituto Nacional Electoral (INE) débil, atrapado en los intereses del consejero Marco Antonio Baños y de otros que protegieron a colegas locales afines a los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM).

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Morena explican de esta manera lo ocurrido la medianoche del viernes en el Consejo General, y señalaron que impugnarán ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Pese a que siete consejeros del INE, incluido su presidente, Lorenzo Córdova, aprobaron remover a sus pares del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana de Chiapas (IEPC), faltó un voto para concretarlo. Los consejeros Baños, Benito Nacif, Enrique Andrade y Javier Santiago plantearon sufragios diferenciados que permitieron la permanencia de cuatro funcionarios locales.

Promotor de la demanda contra estos servidores, Horacio Duarte, representante de Morena, señaló que en Chiapas es sabido que la consejera presidenta, Lourdes Morales Urbina, quien permanecerá en el cargo, llegó impulsada por Baños.

Morales Urbina, con los otros siete, fueron investigados por su falta de probidad, como asentaba el grueso expediente del INE, al permitir la falsificación de un padrón de votantes y la manipulación de la elección para dar el triunfo a Roberto Pardo, del PVEM, como diputado migrante, quien ya fue desaforado.

Otra indagación se inició porque no vigilaron la postulación paritaria de hombres y mujeres.

Duarte, quien también fungió de representante de Morena en el órgano electoral chiapaneco, consideró que con esta decisión quedó debilitado el INE y fortalecidos tanto Baños como la consejera presidenta, cuyo grupo se mantiene en el instituto local.

Mencionó a Lilly de María Chang Muñoz, quien además es esposa de Ricardo Aguilar Estrada, vocal ejecutivo del distrito electoral 9 del INE. Otro cercano es Jorge Manuel Morales Sánchez.

En tanto, se deshicieron de los incómodos, como Carlos Enrique Domínguez Cordero, quien tenía conflictos con la consejera presidenta, al igual que quienes hacían bloque con él, como Ivonne Miroslava Abarca, que llegó como carta independiente al consejo, y Margarita López Morales. De ese grupo sólo se salvó María del Carmen Girón López.

En la sesión del Consejo General, el representante del PRD, Pablo Gómez, dejó ver esta división entre los consejeros chiapanecos, al comentar que los cuatro se defendieron en bloque en torno al fraude cibernético y tres lo hicieron por separado, aunque dos presentaron el mismo texto.

La representación del PRD coincidió en que Baños protegió a Morales Urbina y sus afines, lo mismo que a Jesús Moscoso Loranca, secretario ejecutivo, también implicado en el fraude cibernético, que aún es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR).

En la debatida sesión, en la que los consejeros del INE mostraron fisuras, Duarte señaló: Es vergonzoso que Baños aliente la delincuencia electoral, al negar la posibilidad de remoción de esos consejeros. Y Baños reviró: Es ya muy conocido por este Consejo General que cuando a Horacio Duarte se le acaban los argumentos, opta por descalificarme.