Río de Janeiro.

La jalisciense Alejandra Orozco aportó la tercera cuota olímpica para México en la Copa del Mundo de Clavados FINA en Río de Janeiro, en plataforma individual, mientras Iván García y Germán Sánchez avanzaron a la final en 10 metros sincronizados; ambas pruebas repartirán medallas este domingo en el Centro Acuático María Lenk.

Orozco (304.40 puntos) clasificó a semifinales en décima posición, junto con la sudcaliforniana Gabriela Agúndez (301.35), quien ocupó el lugar 13 entre las 18 que accedieron a esa fase de las 38 contendientes.

La tapatía, de 18 años de edad, sumó su segundo pasaje a la cita veraniega, un día después del quinto lugar obtenido al lado de Paola Espinosa en los sincronizados 10 metros, prueba en la que ganaron la presea de plata en Londres 2012.

La competidora de Malasia Pandelela Rinong (360.55) se puso al frente de las chinas Si Yajie (360.10) y Quian Ren (353.10). La semifinal y la final serán este domingo.

Después de conseguir la cuota olímpica, Orozco dijo que estaba emocionada por su buen desempeño individual, a pesar de lo maratónico que fue la competencia y terminó cansada, pues tardaba más de media hora para lanzarse desde la plataforma ante la nutrida participación, cuando estás acostumbrada a hacerlo en un minuto.

Agúndez, a segunda fase

Por su parte, Agúndez, de 15 años, fue presa de los nervios al enfrentarse a la élite mundial, pero señaló que estaba feliz de avanzar a la segunda fase.

Los tapatíos Iván García y Germán Sánchez, quienes ya tienen el pase directo a la cita veraniega con la plata obtenida en el Mundial de Kazán 2015, lograron pasar a la ronda final en 10 metros sincronizados en séptimo sitio (399.84), al ser superados por los competidores de Alemania, China, Ucrania, Corea, Gran Bretaña y Rusia.

En la final de tres metros sincronizados femenil, la veracruzana Dolores Hernández y la capitalina Arantxa Chávez terminaron en décima posición (280.89); es decir, a tres lugares de alcanzar el boleto a la justa olímpica.

China se llevó los honores, seguido de Canadá y Australia, este último comandado por el mexicano Salvador Sobrino –quien recientemente fue galardonado como entrenador del año en Nueva Gales del Sur–, en una final donde el sonido y la luz fallaron en la instalación al aire libre que albergará en agosto la cita olímpica.